Parte oficial del teniente primero AP Pedro Garezon Thomas, ultimo comandante del BAP Huascar

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“Comandancia Accidental del Monitor “Huascar”
Antofagasta, Octubre, 10 de 1879
A bordo del “Copiapo”
Senor Capitan de Fragata
Manuel Meliton Carvajal.
S.C.:
Tengo el honor de poner en conocimiento de V.S. los hechos ocurridos a bordo del monitor “Huascar”, durante el combate que sostuvo con los blindados chilenos “Blanco Encalada” y “Cochrane” y goleta “Covadonga” el 8 del actual, frente a Punta Angamos, y despues de la lamentable perdida del senor Contralmirante don Miguel Grau, de haber Ud. caido herido y muerto el Segundo Comandante, Capitan de Corbeta Elias Aguirre, el Teniente 1º don Diego Ferre y el de igual clase don Meliton Rodriguez.
En este momento el “Huascar” se encontraba sin gobierno por tercera vez, pues las bombas enemigas, penetrando por la bobadilla, habian roto los aparejos y cancamos de la cana, lo mismo que los guardines de combate y varones de cadena del timon. Estas bombas al estallar ocasionaron por tres veces incendio en las camaras del comandante y oficiales, destruyendolas completamente. Otra bomba habia penetrado en la seccion de la maquina, por los camarotes de los maquinistas, produciendo un nuevo incendio y arrojando los mamparos sobre los caballos, que pudieron continuar en movimiento por haberse arreglado con la debida actividad los destrozos que cayeron sobre ellos. Tambien tuvimos otros dos incendios, uno bajo la torre del comandante y el otro en el sollado de proa.
En este estado y siendo de todo punto imposible ofender al enemigo, resolvi de acuerdo con los tres oficiales de guerra que quedabamos en combate, sumergir el buque antes de que fuera presa del enemigo, y con tal intento mande al Alferez de Fragata, don Ricardo Herrera, para que en persona comunicara al primer maquinista, la orden de abrir las valvulas, la cual fue ejecutada en el acto. Habiendo sido para ello indispensable parar la maquina, segun el informe que acompano del dicho maquinista.
Eran las 10.10 a.m. cuando se suspendieron los fuegos del enemigo. El buque principiaba ya a hundirse por la popa y habriamos conseguido su completa sumersion si la circunstancia de haber detenido el movimiento de la maquina, no hubiera dado lugar a que llegaran al costado las embarcaciones arriadas por los buques enemigos, a cuya tripulacion no nos fue posible rechazar por haber sido inutilizadas todas las armas que teniamos disponibles. Una vez a bordo los oficiales que las conducian, obligaron a los maquinistas, revolver en mano, a cerrar las valvulas, cuando ya teniamos cuatro pies de agua en la sentina y esperabamos hundirnos de un momento a otro; procedieron activamente a apagar los varios incendios que aun continuaban y nos obligaron a pasar a bordo de los blindados junto con los heridos.
El numero de proyectiles que ha recibido el buque no se puede precisar, pues apenas ha habido seccion que no haya sido destruida, haciendo imposible un examen detenido por la aglomeracion de destrozos y el poco tiempo de que hemos podido disponer para ello.
Antes de concluir creo de mi deber manifestar que todos los oficiales y tripulantes del buque se han distinguido por su entusiasmo, valor y serenidad en el cumplimiento de sus deberes.
Debo manifestar igualmente que cuando los oficiales y tripulacion de los botes subieron a la cubierta del buque, encontraron el pico caido por haberse roto la driza de cadena que lo sostenia, de manera que el pabellon que pendia de el y que habia sido izado por segunda vez, se encontraba en la cubierta, cuya circunstancia la hice notar al Teniente 1º, senor Toro del “Cochrane” y a otros oficiales cuyos nombres no recuerdo.
Todo lo que tengo el honor de poner en su conocimiento de Ud. para los fines a que haya lugar.
Dios Guarde a Ud. senor Comandante
Pedro Garezon