Parte oficial del capitan de fragata chileno Juan Jose Latorre sobre el combate de Angamos

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Comandancia del buque Almirante Cochrane

Num. 86.

Mejillones, octubre 8 de 1879.

Anoche, momentos despues que US. dejara este puerto, el senor Ministro de Marina me ordenaba por telegrafo zarpar del fondeadero, i navegando en conserva con los buques O'Higgins i Loa, nos establecieramos de crucero en el paralelo de Punta Angamos i a veinte millas distante de la tierra mas cercana.

Para cumplir debidamente estas instrucciones, salimos de Mejillones a la media noche, alcanzando a las 4 hs. de hoi el punto preciso de nuestra estadia.

Al aclarar el dia se avisto un humo que nos demoraba al SS. E., i sucesivamente un segundo cercano al primero; ambos, por lo visibles que se iban haciendo, los supuse de buques sospechosos, i en prevision de que fuesen enemigos, ordene desde luego levantar la mayor presion posible. Momentos despues, nuevos humos, que aparecian en la misma direccion no me dejaban duda alguna que los buques Blanco i Covadonga perseguian en su retirada al norte a los de la marina peruana Huascar i Union. Incontinenti ordene forzar las maquinas, gobernando a la vez rectamente sobre Punta Angamos, donde creia poder cortarles su derrota, obligandolos a empenar el combate.

Apercibido de nuestra maniobra, el enemigo, que al principio se mantuvo a rumbo, seguro de la superioridad de su marcha, comenzo a dar muestras de sorpresa una vez descubierto su error. Despues de cambiar dos o tres veces la derrota, la Union, destruyendo el convoi, enmendo su proa al norte i siguio esa direccion a todo vapor, en tanto que el Huascar, al parecer, se disponia a aceptar el combate.

En el acto, por medio de senales, ordene al senor comandante de la O'Higgins que emprendiera la persecucion de la corbeta, i lo propio en seguida al del Loa.

Persistiendo por mi parte en la maniobra que habia emprendido, reconocia, al estar a tres mil doscientos metros del monitor peruano, que este me presentaba sus canones abiertos tres cuartos de nuestra proa, por estribor. Esto no obstante, prosegui a cortarle su rumbo, en la conviccion que buscaba oportunidad de escapar. Eran entonces las 9 hs. 20 ms. A. M.

Al sentir pasar dos proyectiles por sobre nuestra borda, goberne directamente sobre el monitor, juzgando que este movimiento, a la vez que disminuia la distancia, amenazando al enemigo con el espolon, lo obligaba a colocarse en una situacion desventajosa, por cuanto debia venirse sobre el Cochrane o caer sobre estribor, presentando aquella parte de su buque hacia la cual, segun informes, no podia dirijir la boca de sus canones por defectos de su torre.

El Huascar, a la distancia indicada, abrio sus fuegos, a los que solo conteste una vez colocado a dos mil doscientos metros, la que, por la direccion que seguiamos, comenzo a disminuir.

El enemigo, continuando sus disparos, cayo sobre estribor, lo que me hizo gobernar paralelamente a el para continuar el combate en estos terminos, hasta que se llego a estrechar la distancia a cuatrocientos cincuenta metros.

A las 10 hs. A. M., el Huascar arrio la unica bandera que izaba al pico mayor; pero como el buque durante mas de dos minutos no detuviera su marcha, juzgue que la insignia habria caido; i en consecuencia, ordene continuar el fuego. Al sentir estos disparos, se izo de nuevo bandera a bordo del monitor i prosiguio paralelo con el Cochrane, hasta que, trascurridos diez minutos ejecuto la peligrosa maniobra de jirar sobre estribor, que solo me la pude explicar por alguna averia en la torre o en su timon.

A ese movimiento cerre la cana a babor para espolonear, sin disminuir, sin embargo, el andar de la helice de estribor, porque si bien con esto conseguiria aumentar la rapidez de la caida, disminuia la marcha, que era sobre todo lo que nos importaba mucho conservar, atendida la del enemigo.

El Huascar pudo pasar libremente por nuestra proa; pero este movimiento lo echo sobre el Blanco, que en ese momento avanzaba con ligereza hacia nosotros. Eran a la sazon las 10 hs. 25 ms. A. M.

El Blanco en su rapido ataque sobre el monitor, se interpuso entre el i nuestro buque, de tal manera, que hubimos de jirar sobre babor i el Blanco sobre estribor, motivando asi que la distancia entre el Huascar i el Cochrane se aumentara de doscientos metros a que estaba a mil doscientos. Ordene entonces forzar cuanto era posible nuestras maquinas, a la vez que el Huascar, desesperado tal vez de escapar a las fuerzas que ahora lo combatian, describio un arco de circulo i uso resueltamente proa al Cochrane. En el acto imite la maniobra del monitor, lo visto por este cerro su cana a estribor, alcanzando su popa, a pasar franca de nuestro espolon cinco metros distante. Se aprovecho esta circunstancia para disparar una de nuestras piezas con punteria por depresion.

Como el Huascar continuara jirando sobre estribor, el Blanco, que mas atras que nosotros hacia el mismo rumbo que anteriormente el Cochrane, aprovecho el momento para tambien espolonearlo, operacion que todavia, una vez mas, intentamos sucesivamente ambos blindados, pero sin alcanzar el objeto propuesto. Mientras tenian lugar estos movimientos, nuestros fuegos continuaban, viendose por fin el enemigo obligado a enderezar su proa al norte i rendirse en seguida, habiendo arriado definitivamente su bandera a las 10 hs. 55 ms. A. M., terminandose asi este combate despues de una resistencia tenaz i vigorosa.

Los proyectiles gastados por el Cochrane durante el combate, se estampan a continuacion:

45 granadas Pellisser de 9 pulgadas.

12 id. de segmento de 20 libras.

4 id. dobles de 7 libras.

12 id. Shrapvell de 7 libras.

500 capsulas de ametralladoras.

1.000 id. de rifles.

Nuestras punterias en jeneral fueron correctas i desastrosos sus efectos, tanto entre los tripulantes del monitor como en su casco, segun hemos podido apreciar en seguida, en cambio las del Huascar, a pesar de su buena direccion, casi siempre pasaban altas, alcanzandonos en el casco solo cinco de sus proyectiles de a 300: uno en el blindaje de la bateria, aflojando los pernos de la plancha respectiva por efecto de la concusion; otro en la aleta de estribor que destrozo el camarote del comandante, parte de la sala armas, botica, cubiche de la maquina, panol del piloto, yendo a salir por el lado opuesto; un tercero que perforo la proa a estribor metro i medio sobre la linea de agua, i destrozo las cocinas, bita de babor de proa i otras averias pequenas; el cuarto cerca de la linea de agua, debajo del portalon de estribor, que no canso ningun dano por venir en direccion mui oblicua; i finalmente, el quinto que se llevo el pescante de la gata de babor.

El fuego de ametralladora de la cofa del Huascar nos corto casi toda la maniobra de babor, perforo en varias partes la chimenea, como asimismo el blindaje de las cofas, quebro algunos vidrios de cubichete i atravesaron Tambien algunos botes.

Las bajas esperimentadas en nuestra tripulacion son las siguientes:

Herrero 1º Pedro Espinosa, herido gravemente por astillazos en la pierna i muslo derecho.

Grumete: Domingo Johnson, herido gravemente por balas de ametralladora en el estomago i pierna.

Calafate: Jose M. Villarreal, gravemente por astillazos en la cabeza i pierna derecha.

Carbonero: Vicente Diaz gravemente por astillazos en la cara i pierna derecha.

Soldado: Custodio Segura, gravemente por bala de ametralladora en la pierna izquierda.

Soldado: Jose M. Jofre, gravemente por bala de ametralladora en la rodilla derecha.

Carbonero: Jose R. Morales, levemente en la cabeza por astillazos.

En oficio aparte dare cuenta a US. del comportamiento observado por los senores jefes, oficiales i tripulantes del buque de mi mando. Por el momento me limito a anticipar a US. que en jeneral, la conducta de mis subordinados ha sido digna de los los mayores elojios.

Dios guarde a US.

J. J. Latorre.

Al senor comandante en jefe de la Escuadra.