TOMAS ARIAS MARfN DE CUBAS
HISTORIA
DE LAS SIETE ISLAS DE CANARIA
Edicion de
ANGEL DE JUAN CASARAS
MARIA REGUL: RODRIGUEZ
Proemio de
JUAN REGULO PEREZ
Notas arqueologicas de
JULIO CUENCA SANABRIA
REAL SOCIEDAD ECONOMICA DE AMIGOS DEL PAIS
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA
1986
Deposito legal : M. 25817 - 1986
I. S. B. N.: 84- 398- 7275- 5
ARTES GRAFICAS CLAVILENO, S. A. - PANTOJA, 20 - 28002 MADRID
DON TOMAS ARIAS MARfN DE CUBAS:
SU AMBIENTE, SU TIEMPO, SU HISTORIA
POR
JUAN REGULO PEREZ
En este proemio a la Historia de las siete islas de Canaria,
escrita por don Tomas Arias Marin de Cubas, nos proponemos
ofrecer un bosquejo historico de como se formo la sociedad cana-ria
hasta mediados del siglo XVII, especialmente la sociedad de
Telde, y las circunstancias en torno a Marin de Cubas y su obra,
es decir: 1. El ambiente historico de Ia conquista y colonizacion
de Canarias hasta los tiempos de don Tomas; II. La ascenden-cia
familiar, el mundo cultural, la biografia sumaria y la des-cendencia
de don Tomas; III. La IIistoria de las siete islas de
Canaria en el conjunto de la historiografia regional; IV. Juicio
de valor.
1. EL AMBIENTE
Las Canarias, que fueron conocidas por Europa en el siglo XIV,
pero no ocupadas, recibieron la primera expedicion conquista-dora
en 1402, al mando de los nobles normando- franceses Jean
de Bethencourt y Gadifer de La Salle. Vinieron con la intencion
de quedarse. Fue el primer intento de colonizacion europea en
el sentido de ocupar un pais extrano y vivir sobre el de la expor-tacion
a Europa de sus productos.
Despues de una serie de vicisitudes que seria largo enumerar
y que no hacen a nuestro caso, Bethencourt se encontro en Lan-zarote,
primera isla conquistada, con muy poca gente y en situa-cion
harto precaria. Esta circunstancia lo obligo a ir a Sevilla
y hacer pleito homenaje a Enrique III de Castilla, quien, en 1403,
lo acepto como vasallo, con el titulo de senor de Canarias. El
duque de Medinasidonia fue su protector, y le proporciono hom-bres
y bastimentos para volver a Lanzarote. Asi llegaron a Ca-narias
los primeros castellano- andaluces, pues los que habian ve-nido
en 1402 eran todos franceses. A partir de 1403, toda la
repoblacion europea de Canarias se hizo a base de peninsulares,
8 TOMAS ARIAS MARIN DE CUBAS
especialmente andaluces, pero con contingentes muy significativos
de portugueses. En la rivalidad entre Portugal y Castilla por la
posesion de las Canarias en el siglo xv, Lanzarote llego a ser isla
portuguesa, con gobernador, moneda, escribanos, etc., de esta
nacion, aunque no por mucho tiempo. La conquista del Archipie-lago
la terminaron los Reyes Catolicos en la isla de Tenerife, en
1496. En numeros redondos, pues, la conquista cgstellnna de las
Canarias duro todo el siglo xv.
Una vez terminada la conquista, se inicio en las Islas la tarea
de su repoblacion, ya que los indigenas, como conjuntos socia-les
organizados, quedaron anulados. Esta repoblacion se realizo
muy lentamente, porque, a partir del descubrimiento de America,
casi coincidente en el tiempo con la conquista de las tres islas
realengas de Gran Canaria, La Palma y Tenerife, los castellanos
emigraron a Indias, donde tenian mas posibilidades para desen-volverse
y un vasto mundo, lleno de riquezas, por rendir y ocu-par.
En cambio, los portugueses, salvo las islas atlanticas, tam-bien
descubiertas y ocupadas en el siglo xv, pero ya repletas de
gente, no tenian, por entonces, ninguna colonia de poblacion, pues
Brasil fue fundacion posterior que no adquiri< j verdadera impor-tancia
hasta 1640, cuando Portugal se independizo de Espana. Asi
el fuerte de la emigracion portuguesa, que no podia ir a Indias,
muy vigiladas, vino a Canarias. Su importancia fue tan decisiva,
que en algunas parroquias, durante bastantes anos y por sacer-dotes
diferentes, las partidas sacramentales se asentaron cn por-tugues,
por ejemplo en Garafia, isla de La Palma, por mas de
cuarenta anos y por cuatro parrocos consecutivos, desde hacia
1570 hasta alrededor de 1610.
En un acuerdo del cabildo de Tenerife de 1502, esto es, seis
anos despues de terminada la conquista de la Isla, se dice q. ue
la poblacion de Tenerife estaba constituida por castellanos, pou-tugueses,
≪ de Zas ysZas ≫ ( vale decir, cristianos nacidos en las dos
islas primeramente conquistadas: Lanzarote y Fuerteventura), go-meros,
canarios ( indigenas nacidos en Gran Canaria) y guanches.
En los primeros tiempos hubo un periodo de grandes intercam-bios
de poblacion entre las islas, que va de 1402 a 1520, con
intensidad maxima de 1484 a 1506. Desde 1520 hay escaso tra-siego
de gente entre las diferentes islas, si bien Lanzarote y Fuer-teventura
recibieron contingentes de WZOYOSc, a utivados en las cos-tas
de Africa, que las repoblaron de 1470 a 1618, contingentes
que luego se fundieron con los demas pobladores y terminaron
HISTORIA DE LAS SIETE ISLAS DE CANARIA 9
por formar la base de la poblacion actual de Lanzarote y Fuerte-ventura,
por lo menos hasta mediados del siglo xx.
Sometida la isla de Gran Canaria hacia 1484, derrotados y dis-gregados
los indigenas, el obispo don Juan de Frias se aplico a
trasladar la scdc episcopal de Rubicon a Las Palmas. Lo con-siguio;
pero el traslado se efectuo sede vacante, en noviembre
de 1485, por haber muerto don Juan de Frias poco antes, en
Sevilla, adonde habia viajado. El permiso para el traslado lo
habia alcanzado don Fernando Calvetos en 1435; pero la con-quista
de Gran Canaria demoro cincuenta anos la ejecucion del
traslado. La catedral canonica se instalo primero en la pequena
iglesia de Santa Ana, hoy ermita de San Antonio Abad, y el edi-ficio
propio de la catedral se empezo a construir en 1500, dedi-cada
asimismo a Santa Ana desde el 20 de noviembre de 1485.
Pacificada Gran Canaria, surgen inmediatamente sus primeras
entidades urbanas: Las Palmas, Galdar, Telde, Arucas, Agaete.
Los Reyes Catolicos habian autorizado a Pedro de Vera, en 1484,
para llevar a cabo el repartimiento de las tierras conquistadas.
Pronto, pues, empezo la roturacion de las tierras recien adqui-ridas,
especialmente de las mas feraces y calidas, junto a las
costas; la aclimatacion de nuevos cultivos, y el desarrollo de
la ganaderia. Despues de los repartos a los conquistadores prin-cipales,
siguio un reparto general, a fin de repollar y explotar
los lugares mas prometedores de Gran Canaria. Los primeros
en trasladarse espontaneamente fueron los hombres y mujeres
≪ de las yslas ≫ , esto es, de Lanzarote y Fuerteventura, donde se
habia formado una poblacion descendiente de los primeros con-quistadores
y de sus uniones con los indigenas, ya que en casi
un siglo se habia realizado un proceso de asimilacion y sintesis,
especialmente a traves de las mujeres aborigenes, pues los pri-meros
conquistadores y pobladores habian venido, en su mayo-ria,
sin sus mujeres europeas, 0 solteros.
Preocupacion constante de los primeros conquistadores y po-bladores,
ademas de la fundamental de enriquecerse con la venta
de esclavos y el reparto de las tierras mas fertiles, fue la de
cristianizar a los indigenas. Al ser estos de raza blanca y haber
adoptado las costumbres europeas, desde bien pronto la mez-cla
y confusion de origenes dio lugar a la formacion de una so-ciedad
nueva ‘. Una de las usanzas europeas adoptadas por los
l Cf. Manuel Lobo Cabrera,. “ Los indigenas canarios y la Inquisicion”.
en Amario de Estudios Atlantzcos, 29, Madrid- Las Palmas, 1983, paginas
10 TOMAS ARIAS MARiN DE CUBAS
naturales al momento de su bautismo fue la de recibir nom-brcs
y apellidos a la manera de los europeos, aunque sin fijeza
ni regularidad, como entonces se practicaba asimismo entre los
cristianos. Tomaban, dicen las cronicas contemporaneas, los
nombres de sus padrinos, de sus patrones, de los curas que los
bautizaban, de los amos cuando se trataba de esclavos, etc., aun-que
tambien era corriente que anadieran al nombre de bautismo
el de sus lugares de origen, a imitacion, igualmente, de los cris-tianos
2. No era infrecuente, en aquellos tiempos, que una misma
persona constara con un apellido en el bautismo, con otro en
el matrimonio y con otro distinto en la partida de defuncion.
63- 84, donde sienta documentalmente la asimilacion entre canarios pre-hispanicos
y europeos, hasta el punto que la Inquisicion los admitio en
parigualdad de condiclones que los peninsulares en los puestos de mayor
responsabilidad espiritual. Como prueba de la aculturacion europea de
los indigenas, Lobo nos muestra que “ ser descendiente de los antiguos
canarios no fue obstaculo para acceder a algun cargo u oficio en el tri-bunal
[ de la Inquisicion] “. A este respecto nos expone como un hijo de guan-ches,
Hernando Dlaz de Vera, llegb a doctorarse, a ser arcediano de Tenerife
en la catedral de Las Palmas y calificador del Santo Oficio de la Inquisicion.
No recibian igual trato los moros y judios, si bien sus descendientes tambien
llegaron a ocupar altos cargos en la administracion y en la Iglesia de
Canarias. El obispo don Fernando Suarez de Figueroa ( 1533- 1608, que ejer-cio
en Canarias de 1588 a 1596) dijo del doctor don Hernando Diaz de
Vera que era “ homvre honesto y virtuoso . natural de la isla de Tenerife
Y sus padres naturales de la tierra. guanches aue asi se llaman . . . de los
naturales gentiles”. Por lo demas, & la aculturacion literaria de los abc-rigenes
nos habla Joaquin Blanco Montesdeoca, Antologia de la poesia
canaria, 1,. Madrid, Editorial Rueda, 1984, Introduccion,. passim, donde se
nos dice. mter alia, que el famoso poeta Bartolome Can- asco de Figueroa
( 1538- 1610) fue bisnielo de una indcgena palmera.
2 Las cronicas nos transmiten numerosos casos de indigenas con
nombres euroneos. He aoui. a guisa de eiemnlos. algunos de ellos ( en
cursiva el nombre aborigen): A; aimo = H&& ndo Ta: oronte! Adargoka
= Alonso de Cordoba, Adjona = Gaspar Fernandez, Aguamule = Fernan-do
Negrin, Benejaro = Pedro de los Santos ( padre de Juan de Anaga), Ben-taguaire
= Antonio de la Sierra, Chachinama = Felipa Hernandez ( hija
del mencey Bencomo y esposa de Asano lmobach = Pedro Alfonso), Gua-darfia
= Luis de Guadarfia. Tenesor Semidan = Don Fernando Guanarte-
Gukon =’ Francisco Bueno ( caso con Ramagua = Isabel del Castillo), Ja:
derag, ua = Pedro de Torres, PeZinor = Don Diego de Adeje, Romen = Juan
Gonzalez. etc., etc. Para el significado de estos nombres y las variantes
ortografiicas con que nos los han transmitido las cronicas, ci. Dominik
Josef Wolfel, Monumenta Zinguae Canariae, Graz ( Austria), 1965, especial-mente
en su Parte V. De muchos de est. os y otros indigenas conocidos hay
descendencia hasta nuestros dias. a veces con modificaciones graficas del
nombre, como Oramas. Baute. urocedentes de Doramas. Zbaute, por de-glutinacion
del Prim& elem& o, sentido como romance: d’Oramas,
d’Zbaute/ Baute 0 Daute). naralelos a Dum~ ierrezlUm~ ierrez. alternan- ,? I I . I MI cia morfologica que dio orlgen a ambos apellidos oanarlos, hoy cn vigor,
segun un proceso del que damos noticia en la nota 3.
HISTORIA DE LAS SIETE ISLAS DE CANARIA 11
Incluso cuando se trataba de primeros personajes, los herma-nos
llevaban apellidos distintos, como en el caso, bien ilustra-tivo,
de los cinco hijos de Diego de Kerrera y dona Ines Peraza,
a saber: 1. Pedro Garcia de Herrera, 2. Fernan Peraza, 3. San-ch
dc Her- r- cm, 4. Maria dt: Ayala, 5. Constanza Sal- miento. De
aqui la dificultad para orientarse, cuando se trata de personas
correspondientes a estamentos mas bajos, donde Ia documen-tacion
comparativa no abunda.
No es de extranar, pues, que entre los primeros pobladores
de Telde ( voz indigena que algunos dictYIl que en la lengua de
los aborigenes significaba ‘ lugar fertil’ o ‘ lugar frondoso’) - ade-mas
de los castellano- andaluces principales, como Hernan Garcia
del Castillo y su hijo Cristobal Garcia del Castillo, conquistadores
de Gran Canaria y luego fundadores de la ciudad de Telde y
de su iglesia parroquial de San Juan Bautista, progenitores de
los condes de la Vega Grande de Guadalupe, y como Gonzalo
de Jaraquemada, Pedro de Burgos y varios mas de quienes ha-cen
merito las cronicas de la conquista, Juan de Abreu Cialindo,
Pedro Agustin del Castillo, Jose de Viera y Clavijo y otros his-toriadores-,
aparecieran, desde los comienzos mismos de su
fundacion, pobladores con los apellidos, adoptados por los indi-genas,
de Aday, Bethencourt ( casi siempre ortografiado Betan.
cor), Cabrera, Cubas, Mayor, Melian, Mosegue, Perdurno, Um-pierrez
‘, etc., oriundos, sobre todo, de Lanzarote, con algunos
de Fuerteventura.
Al organizarse en Gran Canaria una sociedad nueva, segun el
modelo castellano- andaluz, incluso con fuero igual al de algu-nas
ciudades beticas, tambien la educacion y la cultura siguie-
3 Un caso tipico es el de Rubin Dumpierres, con nombre y apellido
de fonetica francesa, natural “ de las yslas”, conquistador de Tenerife, uno
de los pobladores de Taganana, muy bien heredado en el repartimiento
de la Isla, con extensa data en Taganana, mas unas doscientas sesenta
fanegadas en otros lugares de Tenerife, analfabeto, que vivio de pastar
el ganado de sus convecinos, Casado con Isabel Sanchez, dejo descenden-cia
en Taganana: Juan Lozano Dumpierrez, marido de Maria de Santaella;
Luis Dumpierres, casado con Catalina de Aday, natural de Telde; Catalina
Dumpierrez, mujer de Pedro Lopez. En Las datas de Tenerife de Elias
Serra Rafols., aparece citado repetidamente con las siguientes ortografias :
Rubin Dunplerres ( Data 1.177), Rubin d Unpierres ( D. 1.150), Robin d Un-pierres
( D. 1.614), Rob’n Donpierres ( D. i. 862), Rubin de Unpierres ( D.
1.863) y Ruby Dunpierres ( pagina 372). Las variaciones ortogrdficas, con
mayusculas iniciales y separacion de la 4, son arreglos del editor, de acuer-do
con la practica actual, pues los escrrbanos de comienzos del siglo XVI
nn rlintinglhn entrP maylisculai y minusculas y unian la d a la vocal
siguiente.
12 TOMdS ARIAS MARfN DE CUBAS
ron el mismo cauce. No habia otras ensenanzas que las impar-tidas
en los conventos ( 0 en casas particulares a algunos nobles
o a miembros de elevada posicion) 4, a base primero de la Gra-matica
( gruwzatica, entonces, significaba exclusivamente ‘ latin’)
y luego de las Artes, de donde salian para las universidades
de las ordenes religiosas en la Peninsula los que pretendian se-guir
carreras eclesiasticas, y para las universidades civiles
quienes deseaban graduarse en las Artes liberales, ya que en
Canarias no hubo universidad hasta el siglo XVIII, y esta solo
nominalmente, pues la primera universidad civil autonoma de
las Islas, establecida en La Laguna, se erigio solo en 1816. En
esta linea, Telde tuvo bien pronto un convento franciscano, bajo
la advocacion de Santa Maria de La Antigua ( otra vinculacion
con Fuerteventura, a traves de sus franciscanos), donde se im-partian
las ensenanzas entonces vigentes.
Aspiracion constante de las islas de senorio fue la de pasar
a ser realengas, y de las realengas, el no ser enajenadas a senores,
sino depender del rey, a traves de sus gobernadores. Lanzarote
se sublevo dos vecek para sacudir el yugo senorial, en el si-glo
xv: pero, en ambas ocasiones, la corona, en virtud de los
derechos senoriales dimanantes de la enfeudacion de las Cana-rias
hecha por Enrique III de Castilla a Juan de Bethencourt,
amparo a los senores frente a sus quejosos vasallos. Se com-prende
perfectamente, pues, que, al ser incorporadas a Castilla
las islas de Gran Canaria, La Palma y Tenerife, la emigracion
desde Lanzarote y Fuerteventura, con tierras pobres, escasas de
agua y con yugo senorial, fuera masiva hacia las nuevas tierras,
calidas, fertiles, con agua y dependientes del rey. Lanzarotenos
y majoreros abandonaron en bloque sus islas, llevandose con-sigo
ganados y pertenencias, hasta tal punto, que los senores
tuvieron que tomar muy serias medidas para evitar el flujo
humano hacia Gran Canaria y Tenerife. Pero estas medidas ape-nas
sirvieron de nada - la legislacion de Castilla amparaba la
movilidad de- los subditos dentro de los territorios de la co-rona-,
y los senores hubieron de repoblar ambas islas, desde
4 Los antiguos cabildos tenian preceptor de Gramatica (= Latin), pero
este cargo, mal pagado, a veces en especie por carencia de liquidez con-tante,
se fue degradando hasta hacerse meramente nominal y sin conte-nido;
en 1776, el preceptor de Gramatica de La Laguna era un negro Ila-mado
Juan, sin apellido. Y las ensenanzas parroquiales nunca arraigaron
en Canarias, por mas que los obispos 1~ s reiteraran en sus sinodales y en
otras constituciones.
HISTORIA DE LAS SIETE ISLAS DE CANARIA 13
1476 hasta 1610, con moros capturados en la vecina costa de
Africa. Mas pronto estos nuevos pobladores a la fuerza, al inte-grarse
en la sociedad naciente, siguieron el camino de sus pre-decesores
y emigraron a su vez hacia las islas con tierras mas
fructiferas y acngednras. Racialmente este hecho carece de impor-tancia,
pues tanto los moros que repoblaron Lanzarote y Fuer-teventura
como los naturales prehispanicos, todos procedian de
la vecina costa africana, del Africa blanca, y unos y otros, con
nombres y apellidos europeos e indigenas, formaron la base
de la sociedad islena, especialmente en Gran Canaria y Tene-rife.
En La Palma, sin que faltaran numerosos elementos abo-rigenes,
la aportacion mas importante de fuera de la Isla la
constituyeron los portugueses, que en el siglo xv1 eran los pri-meros
en numero, seguidos de los castellanos y, en menor can-tidad,
de gentes de otros origenes. Taganana, en Tenerife, fue
un lugar poblado exclusivamente por lanzarotenos y majoreros;
Los Realejos, tambien en Tenerife, por canarios ( prehispanicos,
naturalmente); Garafia, en La Palma, por portugueses, como
queda dicho; a Gran Canaria fueron deportados numerosos guan-ches,
una vez terminada la conquista de Tenerife, etc. Para dar
una idea de como se formo la sociedad de las Islas Canarias,
ofrecemos aqui una sinopsis general de las migraciones interin-sulares
hasta fines del primer cuarto del siglo XVI ( cuadro 1).
II. LA FAMILIA
La situacion historico- ambiental que dejamos expuesta se re-fleja
perfectamente en la genealogia de don Tomas Arias Marin
de Cubas, que asi se llamo en vida, de acuerdo con la docu-mentacion
superstite y la practica de la epoca, como luego ve-remos.
Nuestro autor vio la luz en Telde, el 28 de noviembre de 1643.
Su padre fue el capitan del tercio de Telde, alguacil mayor y
familiar del Santo Oficio de la Inquisicion Juan Bautista de
Cubas Marin, tcldcnsc, y su madre Iniga de Mclgarejo Villavi-cencio,
natural de Las Palmas, segunda esposa de Juan Bautista,
hija del capitan Cipion Barata de Ascanio Fazo y de Maria de
Melgarejo. Los padres de Tomas habian casado en Las Palmas
el 21 de enero de 1643. Tomas nacio, como queda dicho, del
segundo matrimonia de . w padre, pues este habia casado antes,
14 TOMAS ARIAS MARIN DE CUBAS
CUADRO 1
CUADRO GENERAL DE LAS MIGRACIONES
Elementos para cada isla del Archipielago
dIIzar- ote . . . . . . .. . Fra1n4c0e2s es Cas1te4l0la3 nos
% erteventura . . . Id.
3 Hierro.. . . . . . .. I 1404
1425- 1454
- a Gomera . . . . . .
iPortugueses?
Desde 1447,
lanzarotenos
1484
Zan Canaria . . . Conquista
castellana
1492
La Palma.. . . . . ..* Castellanos
icanarios?
Luego, inmigracion general : portu
gueses, flamencos, italianos, ju
dios, negros, etc.
Id. Id.
Hasta 1450
Castellanos
Despues, nada,
probablemente
I
1487
Castellanos
Despues,
pocos
inmigrantes
A partir de 1484, inmigracion gene
ral, con lanzarotenos, majoreros
portugueses, italianos, flamencos
judios, negros, etc.
1495
renerife . . . . . . . . . Castellanos Y
Luegv carmiios, lanzarotenos, ma
“ de las yslas”; joreros, portugueses, gomeros, ju
canarios dios, negros, etc.
Elaboracioti propia.
HISTORIA DE LAS SIETE ISLAS DE CANARIA 15
el 13 de diciembre de 1637, en el Sagrario Catedral de Las Pal-mas,
con Sebastiana Francisca Hernandez Codina, hija de Juan
Hernandez Muniz ( por el Hernandez oriundo de Miranda de
Ebro y por el Muniz, de Madeira) y de su mujer Catalina Codina
Jaraquemada de Adtiy ( por el Codina oriunda de Barcelona; por
el Jaraquemada, de Fregenal de la Sierra, y descendiente de
indigenas por el Aday). Del primer matrimonio del padre de
Tomas nacieron el capitan Rodl- igo de CuLas, casado en Las
Palmas en 1666 con Francisca Muniz Ramos, con posterioridad;
y Juan Bautista de Cubas, que caso en Jinamar con Maria Jero-nima
Gonzalez, asimismo con descendencia.
Entre los parientes mas proximos de Tomas Arias Marin de
Cubas estuvieron sus tios los beneficiados de la parroquia de
San Juan licenciado Tomas Marin de Cubas, del que acaso tomo
el nombre nuestro biografiado, como el beneficiado lo habria
tomado de un tio materno suyo que fue escribano de Telde
a fines del siglo XVI; y doctor Juan Francisco de Cubas Marin
( asi firmo siempre), que sucedio en el b, eneficio a su hermano
Tomas, cuando este paso a ser parroco del Sagrario Central
en 1615 5; el doctor Juan Francisco de Cubas Marin sirvio este
beneficio hasta su muerte en 1640.
Como vemos, nuestro Tomas se crio en el seno de una fami-lia
con tradicion humanistica, ya que los dos beneficiados y el
capitan vivieron juntos en la misma casa paterna, en la ‘ calle
de Telde, que por ellos se llamaba entonces de Cubas, segun
consta en el archivo de su parroquia. Y habia la atmosfera de
la escribania de su abuelo. En este ambiente aprendio las pri-meras
letras, y quizas los rudimentos de la Gramatica, es decir,
del Latin. A los trece anos, en 1656, ingreso en el estudio que
dirigian los franciscanos en el convento de Santa Maria de La
Antigua, en Telde, donde permanecio hasta 1660; aqui hizo tres
cursos de Artes ( Stimulas, Logica, Filosofia). En 1662 lo halla-mos
en la universidad de Salamanca, donde en 1663 recibio el
5 Este don Tomas Marin de Cubas, despu& de ser parroco del Sa-grario
Catedral de Las Palmas en 1615, paso a Colombia, donde fue cano-nigo
de la catedral de Santa Marta en 1619. Algunos genealogistas, entre
ellos Francisco Fernandez de Bethencourt? NobiZiario y b2ason de Cana-rias,
II, Santa Cruz de Tenerife, 1878, paginas 72- 73, confunden ambos
hermanos, el que paso a AmCrica y el qne mm- io de beneficiadn en Telde.
y hacen a Juan Francisco obispo en Indias; parece mas verdad que se trata
del canonigo Tomas, que no llego a obispo. De haber sido obispo, alguna no-ticia,
siquiera una anotacion en su partida de bautismo, hubiera quedado
en T& k.
16 T0M. b ARIAS MARIN DE CUBAS
grado de bachiller en Artes. A los veinte anos de su edad termino
los estudios y recibio el grado de doctor en Medicina. Sustituyo,
en la catedra de Astrologia, provisionalmente, a su maestro don
Antonio Sanchez, catedratico propietario, desde septiembre de
1664 a septiembre de 1665. Terminadas estas tareas universita-rias,
se establecio en Salamanca, donde residio diecisiete anos
y caso con dona Agustina Donato Castaneda ( apellido que a
veces aparece en la forma Castanedo). Aqui nacieron sus hijos
Andres, Catalina, Francisca y Tomasa. En 1682, ya viudo, re-greso
a Gran Canaria, con sus hijos, y junto con ellos se fue
a vivir a Las Palmas, a casa de su hermana Ana, soltera, con
la que permanecio veintidos anos, hasta su muerte. En Las Pal-mas
se dedico por completo a su profesion, especialmente en
las casas de religiosos de la ciudad.
Aficionado a la historia de Canarias, desde joven reunio co-pias
de cronicas, noticias curiosas y cuantos datos considero
de interes, pues no olvidemos que en las copias de las croni-cas
de Sedeno y de Gomez Escudero se intitula bachdler, grado
que solo alcanzo en Salamanca, a los veinte anos, si no es que
considero sus tres cursos de Artes con los franciscanos telden-ses
equivalentes a los de bachiller. Conocio Le Canarien, publi-cado
en Paris en 1630, texto que calco casi a la letra en el
codice de 1687. Millares Torres dice que la traduccion fue obra
de nuestro autor; pero como en ningun lugar se nos indica que
sabia frances, nosotros opinamos que manejaria alguna de las
versiones que de Le Canarien se llevaron a cabo en el siglo XVII,
acaso la que hizo Servan Grave, frances, residente en La Palma,
la mas antigua de las conocidas y que circulo en varias copias,
algun ejemplar de las cuales ha llegado hasta hoy. Tomas Arias
Marin de Cubas conocia bien el latin, requisito indispensable para
acceder a una univer- sidad en su tiempo, y asi en la Hihforiti
hace gala de su erudicion en esta lengua. Conocio, copio y anoto
a Sedeno y a Gomez Escudero, y se valio, sobre todo, de Abreu
Galindo, con lo que demostro un fino instinto de historiador,
pues el libro de Abreu Galindo es, con mucho, el mejor que
tenemos - y el mas enterado- acerca de la conquista de las
Canarias. Asi fue perfilando su Historia de las siete islas de
Canaria, con copias que reunio en un codice en 1687 y que re-dacto
definitivamente en 16W. -
Don Tomas Arias Marin de Cubas fallecio en su residencia
de Las Palmas el 25 de febrero de 1704, bajo testamento otor-
CUADRO II
Tomas Arias
Mark de Cu-
& yhcn; or en
. . . *..
Alonso Rubio
1
Gaspar Hernandez
’ Rodrigo de Cu- Hernandez . . .
bas, escribano
ha Rubia
y familiar del
Santo Gfkio . . . Catalina Rodri-
1
Rodrigo de Cubas { Juan Rodriguez de Cubas
Juan Bautista
de Cubas Ma-guez
de Cubas Sebastiana Baez
rin, capitan de (
milicias, algua-cil
mayor de
S. 0. de Tdde
Ana Marin Ca-
\ brera de Be-thencourt
. . , . . .
Tomas Marin
go notono... . . . Pedro Nunez
Gome Arias Maldonado,
Maria de Arias
colegial de Salamanca
Maria Fernandez de Vi-
Lucas Mosegue llalon
Juan Gutierrez
Teresa Hernandez
Cipion Barata de Luis Ascano
Ascanio Fazo, ca-pitan
de MiIicias
[ Maria Melgarejo
Elaboracion propia.
18 IXJMAS ARIAS MARiN DE CUBAS
gado el 20 del mismo mes ante el escribano Pedro Alonso de
Medina.
Para una mejor comprension del entramado familiar y visua-lizacion
del conjunto, damos aqui ( cuadro II) el arbol de cos-tados
de don Tomas Arias Marin de Cubas, al que anadimos
las siguientes notas:
1. En el arbol vemos que la agnacion de don Tomas Arias
Marin de Cubas se pierde en el matrimonio de Gaspar Hernan-dez
y Ana Rubia. Hay indicios para suponer que eran portugue-ses,
de los llegados a Telde para beneficiar los canaverales, pues,
en un principio, casi todos los maestros de azucar que traba-jaron
en Canarias procedian de Madeira, isla de importante
produccion azucarera en el siglo XV.
2. En cuanto a Rodrigo de Cubas, tatarabuelo de nuestro
don Tomas, casado con Sebastiana Baez ( de ascendencia por-tuguesa,
por su apellido, si no es el de algun indigena que lo
habia adoptado), podemos decir que su genealogia se confunde
entre los numerosos Cubas contemporaneos, dentro de los cua-les
seguramente se hallan sus ascendientes, pero a quienes la
carencia de documentacion fidedigna nos impide filiar.
3. Don Tomas no tomo ningun apellido de su linaje ma-terno,
acaso por ser sus abuelos de este costado forasteros. El
apellido ARIAS, que uso preferentemente en las dos redacciones
de su Histoviu, es el de su bisabuelo Tomas Marin de Arias,
quien, el 7 de septiembre de 1562, hizo probanza, en Teguise
( Lanzarote), de ser hijodalgo notorio; a su vez, el bisabuelo de
este Tomas Marin de Arias fue Gome Arias Maldonado, portu-gues
nacido en Portalegre, colegial de Salamanca y sacristan de
San Juan Bautista, de Telde, a partir de 1500, ultimo ano del
siglo xv, hasta por lo menos 1526; parece. yuf: anduvo por Te-nerife,
donde alcanzo repartimiento, pues se le cita al menos
en una data ‘ jw Segun comunicacion personal de don Miguel Ro-driguez
Diaz de Quintana, este Gome Arias Maldonado es ante
pasado de Jose Lujan Perez y de Benito Perez Galdos. El MARfN
lo trae de su abuela Ana Marin Cabrera de Bethencourt, nieta
de Francisco Marin, natural de Badajoz, vecino primero de Te-guise
y luego de Telde; esta Ana Marin Cabrera de Bethencourt
era. indigena de Lanzarote por la linea de su madre, Juana Bo-
? Elias Serra Rafols, Las datas de Tenerife, La Laguna, 1978, pagina
345, data numel- o 1.785. Este Gome Arias Maldonado viene citado asimis-mo
en el Nobiliario de Canarias, II, 703.
HISTORIA DE LAS SIETE ISLAS DE CANARIA 19
nilla Mosegue; conocemos los padres y abuelos de esta Juana
Bonilla Mosegue, donde no aparecen los apellidos Cabrera y
Bethencourt, si bien es seguro que le pertenecen, de la misma
manera que el Arias le corresponde a nuestro don Tomas, pues
era costumbre de la epoca tomar apellidos de antepasados de
dos o tres generaciones. En el tomo III del Nobiliario de Ca-rzarias,
paginas 604 a 607, aparecen frecuentemente estos ape-llidos,
mezclados incluso entre hermanos, seguramente, dada la
libertad de eleccion que entonces existia, para distinguirse unos
de otros. Levantar una genealogia con rigor es imposible, por
la carencia de archivos parroquiales, que no se llevaron regu-larmente
sino a partir del concilio de Trento; por ello debemos
ayudarnos con probanzas de hidalguia, expedientes de familia-turas
del Santo Oficio, genealogias privadas, etc. En fin, el Cu-
BAS le viene a don Tomas por parte de su abuelo paterno Ro-drigo
de Cubas, escribano, natural de Telde, quien hizo pruebas
para familiar del Santo Oficio, en las que consta que toda su
ascendencia materna era de origen indigena de Lanzarote, esto
es, descendiente de aborigenes prehispanicos. Este Rodrigo de
Cubas era nieto de otro Rodrigo de Cubas, poblador de Telde ‘.
‘ I Hay una rama gomera de Cubas, que arranca de Maria de Cubas
Bethencourt, primera persona dc este apellido en La Gomera, o fines del
siglo XVI. El cronista oficial de La Gomera don Luis Fernandez Perez
levanto una buena genealogia de estos Cubas, que hemos tenido a la
vista y de la que aparece un resumen en el Nobiliario de Canarias, II,
1004- 1011. De esta iamina gomera procede, entre otros, don Gabriel de
Cubas y Fernandez, licenciado en Medicina por la universidad de La Ha-bana,
diputado a Cortes! abuelo de don Gabriel Arias- Salgado y de Cubas
( 3904- 1963, primer mimstrn ecp+ iol de Tnfnrmxih y Turismo. En el
estado actual de la investigacion, ‘ no es posible precisar si Maria de Cu-bas
Bethencourt, de muy probable ascendencia indigena por sus dos ape-llidos,
es originaria de los Cubas de Telde o de los Cubas de Lanzarote,
lugares ambus domle estos nomlxes de familia se ciuzan frecuentemente
( cf. el Nobiliario de Canarias, III, 634, donde el Martin debe leerse Ma-rin),
por las mismas fechas. Uno de los miembros ade esta familia, don
Luis Cayetano de Cubas v Unzana, esta inhumado en su sepulcro familiar,
con lapida de marmol blasonada, en el presbiterio de la parroquia de la
Contencion de Santa Cruz de Tenerife. Su escudo: partido, 1. P un brazo
salienie del lado siniestro sosteniendo una antorchaf debajo dos coronas
abiertas cn palo; 2. e CN jefe tres ftores de lis, debajo UN castillo y delante
de su puerta un roble con dos lebreles atados a ambos lados, que es el
que uso esta rama gomera, no se compadece con el atribuido a esta fami-lia
canaria por el heraldista Lino Chaparro dIAcosta, Heraldica de los
apellidos canarios, 1, Las Palmas de Gran Canaria, 1979, pagina 138, to-mado
de armoriales peninsulares, sin que este autor, extremeno, llegara
. a comprender que Cubas, en Canarias, representa una realidad distinta y
autonoma.
20 TOMAS ARIAS MARIN DE CUBAS
. En cuanto a los apellidos de nuestro autor, ha extranado a
algunos que en su Historia aparezca con los de Arias Marin y
Cubas; a este respecto Joaquin Artiles Santana e Ignacio Quin-tana
Marrero, en su Historia de la Ziferatwa canaria, pagina 53,
dicen: ≪ La costumbre . . . de cambiar o anteponer los apellidos
dio en que nuestro historiador se apellidase Marin y Cubas,
cuando la correspondia Cubas Melgarejo. Tambien aparece en
la portada de la copia de su manuscrito: Tomas Arias Marin y
Cubas, que hay que interpretar como un error del copista, ya
que con cl aditamento Arias no aparece cn ningun documento
mas... ≫ , en lo que ambos tratadistas siguen al doctor Hernan-dez
Benitez y a otros. Parece que estos autores ignoraron las
practicas del tiempo en que vivio Tomas, o prescindieron de
ellas, y asi yerran al juzgar con las normas de hogano las rea-lidades
de antano, pues, de aplicarsele rigurosamente el uso ac-tual,
nuestro historiador hubiera debido llamarse Tomas Her-nandez
Barata de Ascanio, ya que Melgarejo tampoco es el apelli-do
de su abuelo materno, sino el de su abuela. Con todo, como de-jamos
dicho, don Tomas supo escoger sus apellidos mas ilustres:
tirias, de un portugues colegial de Salamanca; Mar&, de un pacen-se
con probanza de hidalguia, y Cubas, gentilicio de fonetica cas-tellana
y portuguesa que lo entroncaba, ancestralmente, con nu-merosos
nativos autoctonos de Lanzarote y Fuerteventura. Por
lo demas, nuestro medico, lo mismo que sus antepasados y
parientes contemporaneos, todos antepusieron la preposicion de
a Su gentilicio Cubas; para don Tomas asi consta en los docu-mentos
publicados de sus estudios salmantinos, en el codice de
1687. en su testamento y en su partida de entierro. Millares
Torres dice haber leido la firma de su testamento donde consta
Marin y Cubas; pero el estado actual de conservacion del pro-tocolo
no permite ver si lo que hay antes de Cubas cs dc u otra
grafia. Sin embargo, en una copia del testamento hecha por
Francisco J. de Leon y Joven ( 1836- 1883), buen genealogista, ex-perto
en lectura de protocolos, se pone como firma ≪ Dn. Tomas
Marin de Cubas ≫ ‘. La y, generalizada a partir de la copia del
8 A la vista de la firma de don Tomas en su testamento, nosotros
leemos “ D Thomas Marin [...] Cubas”. Esta D puede significar tanto don
como doctor. Nos inclinamos por considerar que significa don, titulo en-tonces
muy preciado y distintivo. Los primeros documentos de la univer-sidad
de Salamanca referentes a nuestro autor lo llaman simplemente
Tomas; pero’desde que adquirio el doctorado paso a ser don Top~% s. La
copia de1 testamento de don Tomas Marin de Cubas, hecha por Francisco
J. de Leon y Joven, consta impresa apud Historia de la conquista de Gran
HISTORIA DE LAS SIETE ISLAS DE CANARIA 21
codice de 1694, debe de ser una alteracion del copista del si-glo
XVIII, sin apoyo coetaneo alguno y carente de Iogica, pues,
al ser ambos apellidos los de su padre, no hay justificacion para
el nexo conjuntivo y, si para el nexo prepositivo de, propio de
un gentilicio compuesto.
Que sepamos, el Arias lo uso nuestro autor solo en su obra
literaria, acaso como homenaje a sus parientes humanistas, po-siblemente
influido por practicas semejantes que habria visto en
su universidad de Salamanca.
Don Tumas Arias Marin dtj Cubas pertenecio al estamento
social que hoy llamamos clase media, al ser hijo de un capitan
de milicias y alguacil del Santo Oficio; nieto de un escribano
( oficio, este, el de escribano, entonces considerado trabajo me-tanico,
como el de tejedor, carpintero, etc.), y bisnieto de un
hidalgo notorio, amen de ser sobrino de dos beneficiados, con
casa propia en la ciudad. Todo esto indica cierto relieve social
en el ambiente teldense del siglo XVII. Por lo demas, no aparece
ningun miembro de la familia como terrateniente conocido, ni
en los testamentos aparecen otros bienes raices que la casa solar
de Telcl e ( ena j ena d a por dnna Ana de Cubas, hermana del me-dico,
en 1728) y algunas propiedades agrarias sin importancia.
( Quedan actualmente descendientes del doctor Marin de Cu-bas?
Nuestras indagaciones, al orientarse, en lo fundamental,
hacia cl ambicntc socio- cultural en que vivio el facultativo,
hacia su familia historica y coeva y hacia el significado de su
Historia, no se ha encaminado especialmente a esta . parte. Pero
es - muy probable que haya hoy personas que puedan entron-carse
con esta familia, bien a traves de la descendencia del pro-pio
don Tomas, bien por medio de la de sus hermanos del pri-mer
matrimonio de su padre, del que atras hemos hecho me-
Canaria por el cupelldn y licenciudo Psdro Gurrrez Escuder- o, c. dicion al
cuidado de Dacio V. Darias y Padron, Galdar, Tip. El Norte, 1936, paginas
91- 94, en un libro hecho sin ningun respeto. A continuacion damos la par-tida
de entierro del historiador, transcrita por el mismo Francisco J? vier
de Leon, que se halla en la pagma 91 del libro citado, por estar poco dwul-gada:
“ El Dr. Dn. Tomas Marin de Cubas, medico de esta ciudad, fue
sepultado en la Iglesia de Santo Domingo el dia 25 de Febrero de 1704;
hizo su testamento en 20 de dicho mes y ano antc Pedro Alejandro de Me-dina,
escribano publico de esta ciudad de Las Palmas.” Visto que el CO-pista
del testamento puso Tomas donde claramente se lee Thomas, y Dn.
donde ~ 610 se ve D, no garantizamos la correccion paleografica, aunque el
sentido no ofrece duda alguna.
22 TOMkS ARIAS MARIN DB CUBAS
rito y del que hemos citado a dos de sus hijos que alcanzaron
posteridad. En cuanto al mismo don Tomas Marin de Cubas,
tenemos constancia documental de que tuvo por lo menos tres
hermanas: Sebastiana Maria, Ana y Cecilia de Cubas, de quie-nes
no quedo descendencia, pues en sus respectivas partidas de
defuncion se dice que al morir eran ≪ de estado honesto ≫ .
Pero hubo una hija del doctor Marin dc Cubas, Tomasa Ma-ria
de Cubas y Castanedo, nacida en Salamanca y muerta en
Las Palmas, que caso el 27 de febrero de 1695, en el Sagrario
Catedral ( libro 5, folio 32), con Francisco Correa de Bethencourt,
procurador de causas de la Real Audiencia de Canarias, hijo
de Gaspar Martin Correa y Maria Perez de Bethencourt, veci-nos
de la calle de San Francisco. No nombra a esta hija en
su testamento don Tomas Marin de Cubas, acaso por haber pre-muerto
a su padre, pues la ultima hija de dona Tomasa Maria
nacio en 1698, seis anos antes de haber testado su padre y
cuando dona Tomasa no podria pasar de los treinta anos. El
matrimonio de Tomasa Maria y Francisco Correa tuvo, por lo
menos, tres hijos: Antonio Tomas, nacido el 10 de julio de 1695
( libro 16, folio 5); Petronila Maria, nacida el 1 de noviembre
de 1696 ( 1. 16, f. 46), y Mariana Marin de Cubas de Bethen-court,
nacida en Las Palmas, como sus dos hermanos anterio-res,
el 12 de febrero de 16YB ( 1. 16, f. 92) y, como ellos, bauti-zada
en el Sagrario Catedral. Esta Mariana Marin de Cubas caso
en el Sagrario Catedral, el 8 de diciembre de 1715, con Manuel
de Matos Alfonso, hijo de Francisco de Matos Rodriguez y de
Paula Jimenez Alfonso; nieto de Felipe de Matos Agraz y de
Luciana Rodrfguez, y bisnieto de Antonio dt: Malos y Brigida
de la Candelaria Agraz, tronco de la ilustre familia de Matos
en Canarias, segun consta en el Nobiliario de Canarias, III, 783.
Dona Mariana Marin de Cubas caso por segunda vez, tambien
en la Catedral, el 2 de mayo de 1743 ( libro 7, partida 1.161),
con Juan de Reynn, natural de Jerez de la Frontera, hijo de
Francisco de Reyna y Maria Gomez, vecinos de Las Palmas. Del
primer matrimonio nacieron al menos cinco hijos: Antonio Jose
Teodoro, el 21 de marzo de 1717 ( libro 18, folio 15); Josefa
Tomasa, el 9 de febrero de 1719 ( 1. 18, f. 86); Bernardo Agus-tin,
el 16 de julio de 1720 ( 1. 18, f. 141): Francisco Antonio Fe-lipe,
el 21 de agosto de 1721 ( 1. 18, f. 186); y Tomasa Petronila,
el 2 de abril de 1723 ( 1. 18, f. 243). Dejamos a los investigadores
interesados en cuestiones de linajes y ascendencias la busqueda
CUADRO III
Tomas Arias Marin de Cubas,
nacido en Telde, muerto en Las Palmas,
caso en Salamanca con Agustina de Castaneda
( a veces apellidada Castanedo)
I
;
Tomasa Marta Marin de Cubas Castaneda,
nacida en Salamanca, muerta en Las Palmas, s
caso en el Sagrario Catedral de Las Palmas
d
( libro 5, folio 32) con Francisco Correa de o”
Bethencourt, procurador de causas de la
Real Audiencia de Canarias, hijo de Gaspar i
Martin Correa y Maria Lopez de Bethencourt
I t
1 l l 5
Antonio Tomas,
I
Petronila Maria, Mariana Maria Marin de Cubas Bethencourt,
nacido el 10 de nacida el 1 de nacida en Las Palmas el 12 de febrero de
julio de 1695 ( li- noviembre de 1698 ( 1. 16, f. 92), casada en el Sagrario Ca-bro
16, folio 5) 1696 ( 1. 16, f. 46) tedral el 8 de diciembre de 1715 con Manuel s
de Matos Alfonso, hijo de Francisco de Matos i
Rodriguez y Paula Jimenez Alfonso; nieto d
paterno de Felipe de Matos Agraz y Lucana E
Rodriguez, y bisnieto de Antonio de Matos z
y Brigida de la Candelaria Agraz, progenito- !
d
res de la familia de Matos en Canarias. ! Se- ;
gunda vez caso con Juan de Reyna, nacido
en Jerez de la Frontera, hijo de Francisco de 5
Reyna y Maria Gomez, vecinos de Las Palmas 0
/ t
Antonio Jose Teodoro, Josefa Tomasa, Bernardo Agustin Miguel, Francisco Antonio Felipe,
I
Tomasa Petronila,
nacido el 21- 03- 1717 n. el 09- 02- 1719 n. el 16- 07- 1720
( 1. 38, f. 15) ( 1. 18, f. 86) ( 1. 18. f. 141)
n. el 21- 08- 1721
( 1. 18, f. 186)
n. el 12- 04- 1723
( 1. 18, f. 243)
Elaboracion propia.
24 TOMAS ARIAS MARfN DE CUBAS
de conexiones y entronques, que muy probablemente los hay,
con los descendientes del doctor Marin de Cubas y de SUS her-manos.
Lo que no merece duda es que todos los Cubas actua-les
de Gran Canaria descienden de los abuelos de nuestro autor
Roclrigu de Cubas y Am Mar- k C~~ LUZI rlt: B& hmcour~, mm-que
sabemos que hay Cubas en Gran Canaria, Lanzarote y Te-nerife
procedentes de la rama gomera de este apellido. Visua-lizamos
la posteridad documentada, hasta los bisnietos, de don
Tomas Arias Marin de Cubas ( cuadro III).
111. LA ≪ HISTORIA ≫
Desde que Agustin Millares Torres publico el tomo 1 de sus
Biografias de canarios celebres, en 1871, se divulgo la existen-cia
de la Historia de las siete islas de Canaria de don Tomas
Arias Marin de Cubas, de la que Millares Torres dijo existian
dos versiones, una de 1687, en la casa condal de la Vega Grande
de Guadalupe, y otra de 1694, en la biblioteca municipal de
Santa Cruz de Tenerife, esta con letra del siglo XVIII. Ninguna
de ambas versiones se ha publicado integramente, hasta hoy,
aunque si fragmentos de la de 1694 ‘. Nosotros hemos podido
disponer de una fotocopia de una copia cuidadosa de la de 1687
( que pertenecio al doctor don Pedro Hernandez Benitez, presbi-tero,
parroco de San Juan Bautista, de Telde, hoy existente en
El Museo Canario, de Las Pelmas), por c. ortesia de clon Ange. 1
de Juan Casanas, corresponsable de esta edicion. De la version
de 1694 hemos manejado el texto preparado para este libro.
Una colacion de ambas redacciones nos revela que la de 1687
si fue escrita por Marin de Cubas - el mismo lo dice en nota
marginal: ≪ Escribile ano de 1687 ≫ -, pero escrita en el sentido,
que tiene el verbo escribir cuando se dice, por ejemplo, que un
notario escribio durante treinta anos, esto es, puso por escrito
hechos administrativos, comerciales, dc ultimas voluntades, cte.,
y protocolo documentos que a este efecto le fueron presenta-dos:
a este respecto recordemos que los fedatarios anteriores
g Comenzo a imprimirse en El Museo Canario, XI, Las Palmas de
Gran Canaria, 1901, paginas 19- 20, 29- 32, 41- 44, 58? 62- 64, 7476, 88- 91, 101- 103,
129- 132, 142- 144 y 151- 152. T~ gnla Ediciones pubhco el libro primero de la
Historia en Santa Cruz de Tenerife, 1984, en transcripcion hecha sobre el
codice de la Biblioteca Municipal de Santa Cruz de Tenerife por Fran-cisco
A. Ossorio Acevedo, 150 paginas. Este libro esta transcrito e impreso
sin ningun rcqxto.
HISTORIA DE LAS SIETE ISLAS DE CANARIA 25
al siglo XIX se llamaban precisamente escvibavros. No otro va-lor
funcional tiene la version de 1687, aunque aqui, alli y mas
alla Marin de Cubas calafateo los textos adunados con anadidos
procedentes de lugares diversos, no siempre faciles de detectar,
como puede comprobar quien maneje este codice, constante-mente
mechado de notas marginales. Esto, por un lado. Por otro,
si comparamos ambos textos, hallamos en seguida que el codice
de 1687 no tiene unidad estilistica, ni la lengua usada corres-ponde,
en general, a la de finales del siglo XVII, sino a la del
siglo XVI. Una prueba mas de que el codice primitivo lo cons-tituye
un conjunto de traslados, con vistas a una redaccion pos-terior,
la tenemos en que varios de 10s capitulos de 1687 no
aparecen en la version de 1694, por ejemplo los referentes a
los maIlorquines que comerciaban con nuestras Islas en el si-glo
XIV, el origen de la devocion a la Virgen del Pino, el refe-rente
a la Virgen de las Nieves de La Palma, etc. Curiosamente,
no elimino muchas de las fantasias entonces en circulacion, algu-nas
dclirantcs, como las muy peregrinas relativas a San Avito
y su predicacion del cristianismo en Canarias, entre otras. Mas
la evidencia de que el codice de 1687 es una simple copia la
tenemos en que el mismo Marin de Cubas nos lo manifiesta
explicitamente al folio 56 del texto de 1687, cuando escribe:
≪ El autor pone esta llegada de JuO Rejon poco despues de la
muerte de Doramas, pero todos ponen primero la fabrica de
la torre, son papeles scritos los mas sin registros ≫ . Aqui se ve
claramente que ≪ el autor ≫ es el del documento de donde copia.
Y mas adelante, al folio 59 del codice de 1687, dice: ≪ Daba gra-cias
a Dios P” de Vera ver en semejante estado La Conquista,
y nosotros deber a quien tantos males nos havia hecho i ten-drian
ya fin con su pricion tantos trabajos ≫ . El comentario “ y
nosotros deber (= de ver)... ≫ es una intromision de Marin de
Cubas.‘ Por lo demas, las diferencias de ortografia, estilo, estruc-tura
y ordenacion del material son tan notorias, que Millzires
Torres, avezado a la lectura de manuscritos antiguos, pudo afir-mar
que el codice de 1687 ≪ Parece una obra diferente ≫ . Apenas
es concebible que un hombre ya maduro cambiara de estilo,
en solo cinco o seis anos, de manera tan acusada. En resumen:
el codice de 1687 es una especie de libro copiador en el que
Marin de Cubas fue transcribiendo diferentes documentos, a ve-ces
matizados y/ o modificados con postizos emanados de otras
fucntcs.
5tY
26 TOMAS ARIAS MARiN DE CUBAS
Ya Dominik Josef Wolfel, en su estudio ≪ Los gomeros vendi-dos
por Pedro de Vera y dona Beatriz de Bobadilla ( El Museo
Cawrio, 1, 1933, pagina 14), conjeturo que Marin de Cubas ha-bia
copiado de un manuscrito que no ha llegado a nosotros,
cuando afirmo: ≪ Marin y Cubas . . . tiene detalles que son tan
gomeros y de apariencia tan veridica, que nos hace pensar en
alguna fuente antigua documental o narrativa, no conocida por
otro autor ≫ . Antes, Millares Torres habia barruntado lo mismo.
Y cuando calca a la letra Le Cunarien es tan fiel, que a la isla
de La Palma la llama ≪ isla de las Palmas ≫ , wnnbre antiguo de
la misma que se lee en los primeros portulanos, hechos en Ge-nova
y Mallorca y que repiten siempre los autores de Le Canu-rien;
al parecer, tal nombre le habia sido puesto a la Isla por
su abundancia en palmas, bien visibles desde el mar. Estos de-talles,
que no aparecen en la redaccion de 1694, donde, por
ejemplo, se habla casi exclusivamente de ≪ la Palma ≫ , confieren un
valor especialmente significativo al codice de 1687 sobre la re-daccion
definitiva de 1694, con informacion mas rica y precisa
en el manuscrito de 1687. Es mas: cuando Marin de Cubas se
aparta de sus fuentes y escribe por su cuenta, traspasa muchas
veces los limites de lo licito, como cuando, por ejemplo, en el
capitulo XVIII del manuscrito de 1694 dice: ≪ Llamaban Tibi-cenes
a las apariencias del demonio, que muchas y frecuentes
veces de dia y de noche, en forma de perros lanudos y otras
aves como pava, gallina con pollos, o becerro.. . ≫ , texto que res-ponde
al folio 77 del codice de 1687, donde simplemente pone:
≪ Apareciaseles el demonio muchas y frecuentes veses de dia y
de noche en forma de, perros lanudos i otras apariencias llama-das
Tibicenas ≫ . La copia de 1687, que toma esta referencia de
Pedro Gomez Escudero, es fiel a su fuente, pues Gomez Escu-dero
trae: ≪ Muchas i frequentes veses se les aparecia el demo-nio
en forma de perro mui grande i lanudo de noche i de dia
i en otras varias formas que llamahan TihiGenas ≫ l*. Pero en
1694 Marin de Cubas glosa y amplia, con error gravisimo, eI
sintagma las < otras apariencias ≫ , que transforma en ≪ pava, ga-llina
con pollos, o becerro ≫ , animales, todos, que no conocie-ron
los canarios prehispanicos. Por lo demas, el manuscrito
de la conquista que manejo Marin de Cubas terminaba en el
10 Citamos por la transcripcibn de Francisco Morales Padron, Cana-vias:
Cronicas de su conquista, L. as Palmas de Gran Canaria, Excmo. Ayun-tamiento
y El Museo Canario, 1978, pagina 439.
HISTORIA DE LAS SIETE ISLAS DE CANARIA 27
primer tercio del siglo XVII, con el gobernador Diego de Reyes,
el ano 1639, antes de nacer Marin de Cubas, mientras que la
redaccion de 1694 continua la lista hasta 1691, con don Juan
Lopez de Utrera. Esto sin poner mientes en los dislates histo-ricos
y etimologicos cn torno al apellido de su amigo Ronqui-
110, al que dedica la Hisfouia. Por ello, a pesar de los desatinos
del autor cuando se guia solo de su propia minerva, se haria
un gran servicio a la historiografia canaria si, junto a la pre-sente
edicion, la Real Sociedad Economica de Amigos del Pais,
de Las Palmas, acometiera la publicacion del codice de 1687,
hecha con el mismo cuidado filologico con que lo esta esta de
1694, precedida de un estudio introductorio relativo al valor de
las fuentes cronisticas y de los anadidos de Marin de Cubas.
Que para la historiografia canaria disponer de ambos codices,
en ediciones responsables y de facil manejo, es algo muy desea-ble,
es cosa que se cae de su propio peso.
IV. VALORACION
A estas alturas de nuestra exposicion, ique juicio nos me-rece
la Historia de Marin de Cubas? Ya aventuraron Millares
Torres y Wolfel que Marin de Cubas es un autor de importan-cia
superior, en muchos casos, a otros cronistas, para el mejor
conoc. imiento de la etnologia prehispanica y de la prehistoria
- de Canarias. La descripcion de muchos hechos, como lo tocan-
- tes a la ≪ naturaleza y costumbres de los naturales ≫ , contiene
un conjunto de datos especificos de valor unico, y para los pri-meros
tiempos de la conquista hay descripciones, como por ejem-plo
la de la batalla de Guiniguada ( libro segundo, capitulo l),
que dan la sensacion de estar narradas por quien las vivio.
Por ello, si bien el documento no es un elemento intrinseco de
la comunidad primitiva, si cs, cn cl prcscntc caso, un clemcnto
de primer orden para conocer multiples aspectos de las comu-nidades
aborigenes. De esta manera, los fosiles culturales que
conocemos a traves de la arqueologia reciben nueva luz y per-miten
mejores analisis de los materiales ergologicos conserva-dos,
y su mejor valoracion. Los elementos del comportamiento
humano que no se fosilizan, como la estructura social, el pen-samiento
religioso, la organizacion politica, etc., tienen insito
en estas descripciones un apoyo imponderable.
28 TOMAS ARIAS MARfN DE CUBAS
Destaquemos que el bloque etnografico que presenta la His-toria
de Marin de Cubas es mucho mayor que el bloque histo-rico
que nos proporciona en la descripcion de la conquista pro-piamente
tal, pobre y confusa las mas de las veces. El conjunto
de informacion acerca de los indigenas nos permite un mejor
conocimiento del ambito prehistorico en aspectos como: a) La
informacion relativa al marco fisico donde se desenvuelve la
actividad humana, con la posibilidad de encontrar la relacion
entre el hombre y el medio y asi valorar las noticias arqueo-logicas;
b) El origen y rasgos fisicos de la poblacion; c) La
organizacion del poblamiento y su condicionamiento por el
mundo fisico, con los tipos de organizacion de las comunidades
indigenas; d) La actividad economica primaria y secundaria,
con la descripcion del medio y de los sistemas de explotacion,
transformacion y rendimiento; e) La estructura y organizacion
social, con los sistemas de relaciones sociales y de parentesco,
organizacion del trabajo, costumbres, el mundo de las creencias
y la actitud de los naturales ante ellas, rituales propiciatorios,
agrarios, funerarios, etc.; f) La actitud de los indigenas ante
la conquista, la esclavitud, la cristianizacion, la integracion cn
la sociedad naciente a traves de los repartos de tierra; etc. La
Historia de Marm de Cubas, leida criticamente, constituye, pues,
una base solida para el conocimiento del pasado prehispanico
de Canarias.
Don Tomas Arias Marin de Cubas, sin fundamentqs teoricos
de la concepcion de la Historia, a dos siglos de la conquista de
las Jslas, es. un cronista de segundo grado, pues no conocio, be
I,+ SU et auditu, los acontecimientos que narra, como Jean Le Ve-rrier
y. Pierre Boutier, autores de Le Caizarien; o como Antonio
Sedeno, o. Pedro Gomez Escudero, testigos . presenciales de la con-quista
de Gran Canaria; o como Juan de Abreu Galindo, que los
llego a saber por conversaciones in situ con indigenas, a los que
llama ≪ antiguos naturales ≫ , contemporaneos de los hechos; vivio,
repetimos, a dos siglos de los acontecimientos narrados y un si-glo
antes de que sqml gigante de la historia de Canarias que fue
Jose , de Viera y Clavijo ( 1731- 1813) publicara el primer tomo de
sus Noticias, en 1772, ya con una concepcion moderna de la
Historia, es decir, con planteamientos estructurales y supuestos
teoricos de la misma, amplia base documental, critica sistema-tica
de cuanto se habia dicho hasta entonces, contraste de fuen-tes
alternativas, siempre guiado por la objetividad, la imparcia-
HISTORIA DE LAS SIETE ISLAS DE CANARIA 29
lidad y la razon: con sus Noticias Jose de Viera y Clavijo se eri-gio
en heraldo preeminente de la historiografia moderna de una
region espanola. Con todo, nuestro don Tomas, como ya hemos
dicho, dispuso de documentos que no tuvieron a mano otros
autores, redactados en el siglo XVI por contemporaneos de la
conquista, ya que muchas de las noticias que nos transmite el
codice de 1687 aparecen redactadas en presente real y no en pre-sente
historico lejos de los hechos narrados. De esta manera,
cuando copia, Marin de Cubas es siempre interesante; pero cuan-do
se despega de los textos que tuvo en presencia, yerra con fre-cuencia.
Vease, si no, el capitulo XVIII del libro tercero de la
redaccion de 1694, que no figura en el codice de 1687, y que, al
decir del Dr. Hernandez Benitez, ≪ intercala sendos textos de la
Sagrada Escritura de una manera tan extrana que nos hace la
impresion de haber sido escrito dicho capitulo por un anormal,
tan infIuenciado se hallaba nuestro historiador por el ambiente
literario y las ideas de su epoca ≫ . iY este capitulo XVIII esta de-dicado,
precisamente, a la parroquia de Telde, su ciudad natal!
En resumen: don Tomas Arias Marin de Cubas fue el ultimo
de nuestros cronistas mayores, con una concepcion arcaizante
de la Historia, a la manera de los anales clasicos; educado en un
ambiente densamente religioso, vivio inmerso en una concepcion
teleologica de la Historia, y no tuvo capacidad para desembara-zarse
de la tradicion. Sus fuentes, que no niega, son las cronicas
canarias tradicionales, especialmente las mas recibidas y vera-ces,
como Le Canarien y la de Abreu Galindo, aunque tambien
puso a contribucion las de Sedeno, Gomez Escudero y otros. Pe-ro,
en la segunda mitad del siglo XVII, esta concepcion de la His-toria
se habia quedado anquilosada e inoperante. Don Tomas
Marin de Cubas no supo salvar la dicotomia entre conquistado-res
y conquistados; se intereso por los aborigenes a la manera de
los cronistas anteriores, esto es, como curiosidad narrativa; hizo
relaciones de gobernadores y apenas se preocupo de la Geografia,
soporte fisico de la Historia: en ninguna parte vemos que se sin-tiera
atraido, en serio, por cuestiones economicas, ni por el pro-tagonismo
del pueblo. Y, en general, CH don Turnas Arias Marin
de Cubas esta ausente toda racionalidad, sumergido, como esta-ba,
en la tradicion de una justificacion finalista y religiosa de la
Historia, , carente de critica efectiva alguna, sin importarle ser
parcial o imparcial, sino copiar y acumular, sin elaboracion pro,-
pia, lo que encontraba cn libros y documentos ajenos.
30 TOMAS ARIAS MARfN DE CUBAS
Si bien, como dejamos apuntado, la Historia de Marin de Cu-bas,
mas en su version de 1687 que en la de 1694, tiene un valor
positivo innegable para el mejor conocimiento de las sociedades
indigenas, no pasa lo mismo con la historia de la conquista, he-terogenea
y con errores de bulto, y siempre, excepto cuando co-pia
textualmente, con estilo torpe y redaccion confusa. Por ello
opinamos que el juicio que la Historia de Marin de Cubas mere-cio
al Dr. don Gregorio Chil y Naranjo ( 1 ¿ 331- 1901), en sus Estu-dios,
es demasiado halagueno, pues nos dice que la obra de Marin
de Cubas - a quien, no obstante, fustiga en varias ocasiones, por
demasiado credulo ante cualquier clase de hechos imaginarios-
≪ no deja de tener un valor inestimable, ya por la forma que dio
a su trabajo, ya por la critica que frecuentemente emplea, ya por
la erudicion que manifiesta, ya, en fin, porque habiendo leido a
, Escudero y a Sedeno y anotado al ultimo, prueba que comprobo
los hechos, examino las opiniones y estudio monumentos que ya
han desaparecido ≫ l1 . A este juicio tan benevolo acaso no sean
ajenas las circunstancias de ser ambos medicos, ser ambos com-piladores
de documentos para la historia de Canarias y, acaso no
lo mas minimo, ser ambos teldenses.
En todo caso, es muy de agradecer que la Real Sociedad Eco-nomica
de Amigos del Pais, de Las Palmas, haya patrocinado la
edicion del manuscrito de 1694; y hacemos votos para que se
edite, con la misma munificencia cultural, el codice de 1687, este
en edicion critica y con un buen , estudio cronistico como intro-duccion.
La historiografia canaria se veria enriquecida con un
documento que, siempre citado y poco o nada leido en su inte-gridad,
no debe continuar ausente de nuestro acervo historico
en forma facilmente asequible.
AGRADECIMIENTOS
Restanos solo agradecer y felicitar a los editores, los licencia-dos
en Letras don Angel de Juan Casanas ( Geografia e Historia) y
dona Maria Regulo Rodriguez. ( Filologia Semitica), especialmen-te
por el cuidado paleografico y el celo filologico con que han
procedido, tan escaso - cuando no falto del todo- en los edito-
11 Gregorio Chil y Naranjo, Estudios historicos, climatologicos y pa-tologicos
de Zas Islas Canarias, 1, Las Palmas de Gran Canaria, 1879, pa-ginas
456- 457.
HISTORIA DE LAS SIETE ISLAS DE CANARIA 31
res de nuestros textos historicos fundamentales, aunque ya em-pieza
a cundir el buen criterio, como atestiguan la edicion de
Le Canarien, por Elias Serra Rafols y Alejandro Cioranescu, y
Canarias: Crhicas de su conquista, por Francisco Morales Pa-dron.
Y al licenciado en Geografia e Historia, arqueologo y con-servador
de El Museo Canario, don Julio Cuenca Sanabria, por
su valiosa contribucion relativa a la identificacion y ubicacion
de los yacimientos y toponimos prehispanicos canarios, con ilus-traciones,
complemento que avalora y realza grandemente la pre-sente
edicion.
Por ultimo, pero no en ultimo lugar, queremos expresar
nuestro agradecimiento mas sincero a los dos editores, por haber
puesto a nuestra disposicion sus pacientes trabajos de prepara-cion
del texto, con valiosas informaciones, especialmente a don
Angel de Juan Casanas, que nos proporciono una fotocopia del
codice de 1687 y de algunos otros apuntes que pertenecieron al
Dr. Hernandez Benitez; al licenciado en Derecho y diplomado en
Genealogia por el Instituto Salazar y Castro, del Consejo Superior
de Investigaciones Cientificas, don Miguel Rodriguez Diaz de
Quintana, por habernos franqueado su valioso archivo privado,
con amplia informacion tomada de los archivos parroquiales de
Telde y del Sagrario Catedral de Las Palmas, del Archivo Histo-rico
Provincial y del archivo genealogico del marques de Acialca-zar,
y a la doctora dona Maria del Carmen del Arco Aguilar,
profesora titular de Prehistoria de la universidad de La Laguna,
por sus valiosos comentarios personales relativos al mundo ca-nario
prehispanico.
Universidad de La Laguna, 1985
JUAN REGULO Pfinnz
FUENTES
X- FUENTES DOCUMENTALES
Archivo del marques de Arialcazar, Las Palmas de Gran Canaria.
Archivo parroquial del Sagrario Catedral, hoy en Ia parroquia de San
Agustin, Las Palmas de Gran Canaria.
Archivo parroquial de Telde ( Gran Canaria).
Archivo particular de don Miguel Rodriguez Diaz de Quintana, Las Pal-mas
de Gran Canaria.
Historia de fas siete islas de Canaria por Thomas Arias Marin de Cubas,
versiun de 1687, Las Palmas de Gran Canaria: versi6n de 1694, Santa
Cruz de Tenerife.
II.- FUENTES BIBLIOGRhFICAS
Acuerdos del Cabildo de Tenerife, transcripcion, prologos, notas e indices
pal Elias Scl- ra Raiuls y Lcupoldo di la Rusa Olivw- a, cuatro volume-nes,
La Laguna, Instituto de Estudios Canarios, 1949- 1970.
Abreu Galindo! Juan de, Historia de la conquista de las siete islas de
Canaria, edicion critica con introduccion, notas e indices por Alejan-dro
Cioranescu, Santa Cruz de Tenerife, Goya Ediciones, 1955.
Artiles Santana, Joaquin, e Ignacio Quintana Marrero, Historia de la lite-ratura
canaria, Las Palmas de Gran Canaria, Mancomunidad de Cabil-dos,
1978.
Blanco Montesdeoca, Joaquin, Antologia de la poesia canaria, 1, Madrid,
Editorial Rueda, 1984.
Chaparro dIAcosta, Lino, Heraldica de los apellidos canarios, dos volu-menes,
Las Palmas de Gran Canaria, 1979- 1980.
Chil y Naranjo, Gregorio, Estudios historicos, climatologicos y patologicos
de las Islas Canarias, tres volumenes, Las Palmas de Gran Canaria,
1879- 1899.
Fernandez de Bethencourt, Francisco, Nobiliario y blason de Canarias,
siete volumenes: 1 y II, Santa Cruz de Tenerife, 1878: III, Valencia,
1879; IV, Santa Cruz de Tenerife, 1880; V, VI y VII, Madrid, 1882- 1886.
Gomez Escuder?, Pedro, Historia de ta conquista de fa Guan Canaria,
segun la edicron de Francisco Morales Padron citada en esta bibk-grafia.
Hernandez Rcnitw, Pdro, Telda, T. RS Palmas de Gran Canaria, 1958,
Hernandez Benitez, Pedro, “ El doctor don Tomas Marin y Cubas”, en el
i; T; A5Falange, Las Palmas de Gran Canana, 25, 26, 27, y 28 de Jubo
Hernandez Millares, Jorge, “ El hishxiador Marin y Cubas eu la Urliversidad
salmantina”, en El Museo Canario, 1, 1933, paginas 144- 146.
3
34 TOMAS ARIAS MARIN DE CUBAS
Le Canarien, cronicas francesas de la conquista por Jean Le Verrier y
Pierre Boutier, publicadas a base de los manuscritos con traduccion
y notas historicas y criticas por Elias Serra y Alejandro Cioranescu,
tres volumenes, La Laguna, Instituto de Estudios Canarios, 1959- 1965.
Lnbn Cabrera, Manuel, “ Los indigenas canarios y la Inquisiciim”: en Ama-rio
de Estudios Atlanticos, 29, Madrid- Las Palmas, 1983, pagmas 63- 84.
Millares Carlo, Agustin, Ensayo de una bio- bibliografia de escritores na-turales
de las Islas Canarias ( sig2os XVI, XVZZ y XVZZI), Madrid, Ti-pografia
de Archivos, 1932, paginas 354- 358.
Millares Torres, Agustin, Biografias de canarios celebres, completadas con
colaboraciones actuales de diversos especialistas,. dos volumenes, Las
Palmas de Gran Canaria, Editora Regional Canana,, 1982. La biograffa
de don Tomas Marin de Cubas, en el volumen 1, esta anotada por Agus-tin
Millares Carlo.
Morales Padron, Francisco, Canarias: Cronicas de su conquista, Las Pal-m_^
a_ s^ de Gran Canaria, Excmo. Ayuntamiento y El Musco Canario, 1Ylt).
Navarro Artiles, Francisco, Teberite. Diccionario de la Zengua aborigen
canaria, Las Palmas de Gran Canaria, Editorial Regional Canaria ( Edir-ca),
1981.
Nobiliario de Canarias, edicion coordinada y corredactada por Juan Regulo
Perez, a base del Nobiliario y blason de Canarias de Francisco Fernan-dez
de Bethencourt, ampliado y puesto al dia por una junta de especia-listas,
cuatro volumenes, La Laguna, J. Regulo, 1952- 1967.
Sedeno, Antonio, Historia de la conquzsta de la Gran Canaria, segun la
edicion de Francisco Morales Padron citada en esta bibliografia.
Serra Rafols, Elias, Los portugueses en Canauias, La Laguna, Universi-dad,
1941.
Serra Rafols, Elias, Las datas de Tenerife, La Laguna, Instituto de Estu-dios
Canarios, 1978.
Viera y Clavijo, Joseph de, Noticias de la historia general de las islas de
Canaria, cuatro volumenes, Madrid, Blas Roman, 1772- 1783.
Walfel, Dominik Josef, “ Los gomeros vendidos por Pedro de Vera y
dona Beatriz de Bobadilla”. en El Museo Canario, 1, Las Palmas de
Gran Canaria, 1933, paginas ‘ S- 84.
Wolfel, Dominik Josef, Monumenta linguae Canariae. Die kanarischen
Sprachdenkmaler. Eine Studie zur Ver- und Fruhgeschichte Weipafrikas,
Graz ( Austria), Akademische Druck- u. Verlagsanstalt, 1965.
FACSIMILES
Facsimil de la partida de bautismo de don Tomas Arias Marin de Cubas
Archivo de la parro uia de San Juan Evangelista, de Telde
( li% ro 6, folio 63 vuelto)
Facsimil de la firma del Facsimil de la firma del
licenciado Thomas Marin de Cubas doctor Francisco de Cubas Marin
Fa4mil dc la firma del doctor Tomas Marin de Cubas
Archivo de Protocolos, Oficio de Pedro Alejandro de Medina,
anos 1704- 1705, folio 39 vuelto
Iglesia del convento de Santa Maria de La Antigua, Telde
Portada del convento de Santa Maria de La Antigua, Telde
-
rt C.- - c y -‘ me-
-- ..-.-
-- --
Farroquia de San Juan Bautista, de Telde, en el siglo XVII
Casa natal de: doctor don Tomas Arias Marin de Cubas, Telde
HISTORIA DE LA CONQUISTA
DE LAS SIETE ISLAS DE CANARIA
NOTA DE LOS EDITORES
El trabajo que aqui presentamos tuvo su origen en el interes
de la Real Sociedad Economica de Amigos del Pais de Las Pal-mas,
y, en especial, de su director, don Diego Cambreleng Mesa,
por difundir la obra, insuficientemente conocida, del autor ca-nario
Tomas Arias Marin de Cubas, v el objetivo que ROS ha
animado a llevarlo a cabo no es otro que el de aportar un texto
mas a la historiografia canaria, en la esperanza de contribuir
con el a la informacion ya existente acerca de la conquista de las
Tslas, los usos da los ahnrigenes canarins JJ la localizacion de SUS
lugares de habitacion.
Aunque la Historia de Marin de Cubas consta de tres libros,
la- labor de transcripcibn que ofrecemos se limita a los dos pri-meros,
ya que el tercero, que abarca temas muy diversos, consis-te
en su mayor parte en una mera recopilacion de leyendas, ca-rente
en absoluto de interes en lo que a la historia de Canarias
re refiere. No obstante, a titulo de curiosidad; , damos el indice
de este ‘ tercer libro y un capitulo del mismo, con la ortografia
actualizada, en el, apendice documental.
. El - codice del que nos hemos servido para realizar la trans-cripcion.
es una copia anonima del siglo XVIII, la mas prbxima a
la epoca del autor y la mas antigua de que se tiene noticia. Al
menos nosotros, a pesar de las investigaciones que hemos llevado
a cabo, no hemos podido localizar el manuscrito original del au-tor,
ni copia alguna anterior a esta que hemos utilizado.
Consiste este texto del siglo XVIII en un manuscrito de 31 por
21, s centimetros, encuadernado en pergamino, que consta de 175
folios de papel de tina, sin numerar, y que se encuentra en la
Biblioteca Municipal de Santa Cruz de Tenerife, en cuyo fondo
bibliografico figura con la signatura 11435. En su portada apa-rece
un ex libris de Francisco de Leon Morales y la siguiente dc-dicatoria:
KS. B. A. a su amigo F. M. L. ≫ l+
.5t
1 Sabino Berthelot Augier, a SU amigo Francisco Maria de Luzon.
40 TOMAS ARIAS MARfN DE CUBAS
Sobre este manuscrito hemos realizado una transcripcion pa-leografica
de los dichos libros primero y segundo, en la que
hemos respetado rigurosamente la grafia del original; nos hemos
limitado a desarrollar las abreviaturas y dar en cursiva, en la
transcripcion, las partes suplidas, a fin de ofrecer un texto cuyo
valor no sea unicamente historico, sino tambien linguistico. He-mos
respetado igualmente la puntuacion del manuscrito base,
pero conviene indicar que no hemos procedido de la misma ma-nera
con respecto a la acentuacion, de la cual hemos prescindido
en absoluto, puesto que es practicamente inexistente y casi
siempre incorrecta.
Debemos hacer constar, asimismo, que el estado del manus-crito
utilizado hace innecesaria la abundancia de notas aclarato-rias
en lo que a la transcripcion se refiere, y que las lecturas se-guras,
pero raras o absurdas, aparecen seguidas de la indicacion
[ sic]. Tambien aparecen senalados en el texto transcrito los prin-cipios
de folio en la forma habitual.
Una vez realizada la transcripcion, hemos cotejado esta cui-dadosamente
con las copias realizadas por Agustin Millares To-rres
en 1874 y por Juan Padilla Padilla en 1876, sobre el mismo
manuscrito utilizado por nosotros, y hemos constatado que no
aparece en ellas ningun error apreciable que afecte al contenido
del texto y que unicamente, en algun caso aislado en que la lec-tura
podia resultar dudosa, ha sido cambiada alguna letra, sin
que por ello, repetimos, se vea alterado el sentido de los hechos
relatados. Identicos resultados hemos obtenido del cotejo con la
copia efectuada por Pedro Hernandez Benitez en 1946. En estas
tres copias la ortografia aparece actualizada, y tanto las dos pri-meras
como una fotocopia de la tercera se encuentran en la Bi-blioteca
de El Museo Canario ‘.
Y, por ultimo, solo nos queda senalar que al final del texto
transcrito damos un indice onomastico ( antroponimos y toponi-mas>,
en el que tanto los personajes como los lugares citados en
la obra de Marin de Cubas aparecen resenados con su ortografia
actual y con todas las variantes ortograficas con que figuran en
el texto.
A continuacion de este indice ofrecemos un apendice docu-mental
compuesto, ademas de los dichos capitulos e indice del
2 Las copias realizadas por Padilla Padilla Millares Torres figuran en
el fondo bibliografico de la biblioteca de El id use0 Canario con las signa-turas
I- D- III y I- D- l?, respectivamente. La copia realizada por Hernandez
Benitez carece de srgnatura.
HISTORIA DE LAS SIETE ISLAS DE CANARIA 41
tercer libro de la obra de Marin de Cubas, por un indice del co-dice
de 1687 3 que, segun Agustin Millares Carlo asegura en sus
notas criticas a la biografia de Marin de Cubas realizada por
Agustin Millares Torres *, se conserva en el archivo de la casa
condal de la Vega Grande, y del cual hemos tenido acceso a una
fotocopia de la copia del mismo, llevada a cabo tambien por
Pedro Hernandez Benitez en 1937 y que forma parte, asimismo,
del fondo bibliografico de la biblioteca de El Museo Canario.
Completa este apendice una serie de laminas ilustrativas de las
notas en las que Julio Cuenca Sanabria, conservador de El Mu-seo
Canario, ha comparado los datos proporcionados por el texto
que nos ocupa, acerca de los lugares de habitacion de los abori-genes
canarios, con la realidad arqueologica actual de las islas.
Para poner fin a estas lineas nos resta reiterar nuestro agrade-cimiento
a don Diego Cambreleng Mesa, director de In Real So-ciedad
Economica de Amigos del Pais de Las Palmas, a cuya ini-ciativa
personal, como hemos dicho, secundada por los restantes
miembros de la Junta Directiva, se debe la aparicion Ge este libro,
y a dar las gracias de manera especial a don Jose Miguel Alzola
Gonzalez, presidente del Museo Canario, que, en nombre de dicha
Real Sociedad Economica, nos brindo la oportunidad de realizar
este trabajo: al doctor don Alfonso Armas Ayala, director de los
museos insulares, de quien obtuvimos no solo las maximas facili-dades
para la consulta de los fondos documentales de la bibliote-ca
de la Casa de Colon, sino incluso su cooperacion personal, sin
todo 10 cual nuestra labor se habria visto seriamente diiicult& a;
a don Joaquin Blanco Montesdeoca, director del Archivo Histo-rico
Provincial de Las Palmas, cuyo asesoramiento, desde el inicio
mismo del trabajo, ha sido de inestimable valor para nosotros. Y,
por ultimo, queremos hacer patente nuestra gratitud al personal
de El Museo Canario por la gentileza con que ha atendido a todas
nuestras demandas a lo largo de la realizacion de este trabajo.
Las Palmas de Gran Canaria, 1985
MARIA REGULO RODRIGUEZ
ANGELDE JUAN CASARAS
3 Es parafraseando esta copia, casi literal, de textos de Escudero, Se-deno,
Abreu Galindo, cte., como Marin dc Cubas da forma a la considerada
redaccion definitiva de su obra, que lleva cabo en 1694 y que es de la que
aqui ofrecemos la transcripcion.
CL Agustin Millares Torres: Historia general de 2a. s islas Canarias,
tomo X, Las Palmas, 1977- 1982.
IIISTORIA DE LAS SIETE YSLAS DE CANARIA
Ix. ll
POR
D. TOMAS ARIAS MARIN Y CUBAS
Prosigue la dedicatoria del libro de la Conquista.
Separadas del Orbe, Excelelztisimo Senor imagino el Roma-no
ymperio a las yslas Fortunadas, bien alcanso la barbara cos-tumbe
de ~ 11s havitedores, Horacio libro epodnn, icl est orationi-bus
ornatis ode 16. Nos man& occeanus, circum vagus arva beata
Petamus arva divites et Insulas etc, y Marcial, libro epigramon.
10 epigr. 81 lo da a entender en el epitafio que alli hace a su ami-go
Avito Stertinio, le repite las gentes remotas las cosas pajisas
la tierra fertil1y feliz si esque ai felicidad en miserias ! onde esco-gio
el morir. En Roma le dedico el primer libro de sus epigra-wzoyt
a Stertinio por ser de antigua nobleza Romana, Espanol
Toledano como el Poeta lo fue de Bilbilis ( Calatayud) en la Pro-vincia
Cartaginense Cesar Augustano. Adviertele a Stertinio en
la epigravnon 1.” libroo 1.” el primor el punto honorifico de sus
obligaciones, refierele las grandezas del Ymperio, hazanas del Ce-sar,
Julio, origen de Ascanio hijo de Aeneas de Domiciano que
imperaba, y de el Consul Cayo Stertinio que governo a Cerdefia
en las guerras de Sicilia con Julio Cesar como dise Tito Libio ab
urbe condita. La familia de Avito Stertinio en Espana oriunda
de la Romana en aquel siglo primer sentenario de Xristo fue muy
sublime quanto a otra dice Don Juan Thamayo de Bargas marti-rolog.
io espanol en el tomo 1.” libro 1.” dia 3 de las nonas de Henero
hablando del misterio deste Santo nuestro Patron en la Ysla de
Canaria onde fue martir el ano 105 de Xristo a tres de Henero
siguiendo el martirologio de Quinto Flavio Dextro Espanol que
44 TOMAS ARIAS MARfN DE CUBAS
escribio por los 400 de Xristo hijo de San Paciano obispo de Bar-celona
que murio anos 385.
A Stertinio de gentil ya Xristiano abrazado como intrepido
athelta con el baltheo y estandarte de la cruz, y Presvitero en
Roma procuraba Martial reducir y a otros muchos Espanoles, al
cieno antiguo del gentilismo mediante Domiciano que influia, co-mo
se colige en sus Epigramm del libro 1.” que dedico a Stertenio
[ f. 1 v.] extra paginam, volvio dando luz a Espana y / abrazada antorcha
al occeano Athalantico guio a la ceguedad barbara de la Isla Ca-naria
que no quedo en tinieblas por extinguir la vida de su
Apostol.
Quien dixera a Vuestra Senoria que esta su antigua noblezas
de los Stertenios, avia de anunciarsele desde esta ysla onde un
antiguo predecesor, tronco ylustre de la casa de Vuestra Senovia
fue martir Espanol noble! Como intrepido ylustre como Apostol,
discipulo de Santiago, agradescalo Vuestra Senouia a San Avito
Stertinio que quiso que un hombre deseoso de inquirir humani-dades
hallase lo que es suio de Vuestra Selioria y assi se le imbio
desde aqui.
Y cpien Dixera a el Romano Ymperio y a su nobleza, que tanto
rehuzo dominar las Fortunadas fuera del orbe havitable por so-litarias,
que esta perla de sus conchas havia de hallarse en ellas!.
Vencio Avito, y en la silla de Sun Pedro coloco en Roma. su
Triumpho .
Algunos nombres de los Romanos, dice Festo fueron impues-tos
por el ministerio 6 dignidad que usaban, como los Flaminios
por el Sacerdocio, y de este fueron los Quintos y los Flavios; de
este ultimo hace Marcial a Avito Stertenio en el libro 9 y epigra-man
epig. 1.” de Templo gentis Flaviae por el numen de la Diosa
Julia Venus Abuelo de Julio Ascanio remunerando a Avito pre-mios
dignos a la estimacion que havia hecho a su retrato del
Poeta y Carolo Sigenio Libe110 de origine gentium romanorum
traiendo muchos principios del sobre nombre romano dice que
muchos son de las partes del cuerpo humano. Capitones por te-ner
gran caveza o por magnitud o formalmente en govierno y
juicio. Cincinati, Calvi, Crespi, Rufi, Frontones, Balbi, Belsi, Ru-tili,
Albi, Negri, Dentati, Stertinis etc.
En cl imperio dc Antonio Pio, ano 1.50 dc Xristo, SC mando
que Espana usase de la lengua romana poniendo escuelas como
antiguamente y desde aqui se llamo Romance la lengua espanola,
y los terminos latinos se romansearon; de muchos apellidos que
HISTORIA DE LAS SIETE ISLAS DE CANARIA 45
Ix 21
oi se usan romanos; del verbo latino Sterto Stertis, roncar, en
griego y dormir profundamente en latin romanceado es su signi-ficado;
Galleno, en el Comento de Hipocrates, define el termino
Rhonchus: est somus nasi qui etertendo editur, y su diminutivo
Rhonchillus Sterhus, y erl cas~ ellanu es Runyuilh. Aristokles,
libro problematum sect. 34, dice que es Stertinio significa / exa-lacion
caliente fingida en sueno que arrojamos exalando a modo
de la respiracion de alguno generoso bruto.
Esta familia por el sobre nombre romano fue de las mas
nolles, Tito Liviu, y Diuuisio , y Suekmio lo trae in Galba Dicen
que la gente romana es de dos pueblos, Aborigenes y Troianos,
ambos se llamaron latinos desde Eneas, los primeros vinieron
de Grecia a Italia Denotrio, y Evandro de Arcadia, Pelasgos de
Thesalia, Hercules del Pelo poneso; las familias de Roma son
de tres gentes, Valeria, Cornelia y Aemilia, de legitima verda-dera
honra, y nobleza Promarte nombre diminuto la Pleveia de
la gente Claudia de quien fueron los Marcelinos etc. De la Va-leria
son los Maximos, Mensalos, Haceos, Levinios, Faltones: de
la Cornellia, los Scipiones, Lentulos, Dollabelas, Sullas, Cinnes:
de la Emilia, los Mamercinion, Marios, Tqdos, Paullos, Scau-ros,
Balbulos. Nasica trae una gran oracion llena de las honras
de la gente Cornelia, Festo dice que las familias usaban del sobre
nombre derivandose por muchos siglos. Sigonio, en el libro
citado dice que la gente Emilia, es de Emilio hijo de Julio Asca-nio
Troiano, y de estos Julios son los Flaminios que trageron
los Penafes al Lacio, y de esta dice Marcial a Stertinio es la
suia y la de Vuestra Sefiovia por tantos siglos derivada.
De 1~ s Emilios, Virgilio en las Eneidas, citado por Festo, trae
estos versos:
Progeniem: sed enim Troiam a sanguine duci
Audierat, Tyrias olim qua vertere terras.
Hinc populum fate regem bello- que superbum
Venturum exidio lybie ( lybie)
Eucebio, in cronicis, trae que 432 anos antes de la fundacion
de Roma fue Troia destruida, y quando vino Eneas a el Lacio;
y tienen de aqui principio estas familias, y del Sacerdocio, en
Julio Ascanio lo traen Dionicio libro 1.” y Libio libro 1.’ y cn
aquel siglo primer centenario de Xristo se reconocio esta familia
ser originada de la gente Troiana, y por tantos siglos propagada en
las Espanas hasta el presente. Dios prospere la de Vuestra Seno-
46 TOMh ARIAS MARIN DE CUBAS
[ f. 2 v. 1 riu que lo/ aseguro por el valedor que tiene de su parte S. Avito
Stcrtinio, martir ispanol, Apostol y discipulo del Sefior Santiago
qtle ilustrando a Canaria aumento la fee por mas de 600 anos,
asiste y asistia en su casa qtle es la de V. S., por mui largos
siglos en los aumentos que sus altas prendas de V. S. merece.
Vale.
[ f. 31 / LIBRO PRIMERO
COMO FUERON CONQUISTADAS TODAS LAS QUATRO YSLAS
DE MENOS FUERZA;
PRIMERAMENTE; PRINCIPIO ORIGINARIO QUE TUVO ESTA
CONQUISTA.
CArITUL 1
Haviendo de escribir sobre este asumpto de la conquista de
las siete yslas de Canaria, fundaremos en dos puntos el princi-pio
por la claridad de la obra, que consiste en guerra entre
Xristianos y Moros en Espana, Yslas del Mediterraneo y Africa
hasta qtle se empeso la de estas YsIas contra sus havitadores
barbaros, y los Moros solo a fin de wncervarse en Espana admi-tian
trato de paz en las partes de su Senorio y dominio y por
ultimo en Espana arrinconados en el reino de Granada, des-pues
que el Santo Rey Don Fernando 6.” les gano a Cordoba,
Ubeda, Sevilla y otras ciudades con animo de extinguirlos de
Espkia despues de muchos anos de poseerla. El segundo, el
Senorio y Principado primero que se dio de estas yslas por
investidura del Papa a la Casa de Espana, y Francia y como
despues ha quedado en la de Castilla.
Siempre los Africanos y Moros, reselosos de su mador ruina
en Espana, continuavan sus socorros de Africa instandn con
embajadas a los Reyes de Aragon, Navarra, Sisilia, Mallorca,
Napoles, a que libremente comerciasen moros y Xristianos solo
el de Castilh, y SIL su tiempu el Suntu Rey Don Femundo con-fiado
en su Seffora y devota la Madre de Dios, despreciaba sus
orgullos con el celo de ampliar la fee.
Y como sus hijos el Rey Don AIfonzo 10 llamado el Savio,
48 TOMAS ARIAS MARIN DE CUBAS
mas en letras que en el Reino, Don Henrrique disgustado se
paso a Berberia y milito en servicio del Rey de Tunes, y Don
Nuno de Vera le quiso quitar el Reino tubiessen grandes rebuel-tas,
y despues con sus hijos que en vida le quisieron quitar el
Reino y sus nietos lo pretendieron, dio que temer a Espana.
Don Henrique volvio de Tunes a Sicilia a cobrar quinientas
doblas de oro qtre presto a Carlos de Angou hermano de Sun
Luis, que alli reinaba pacificamente ( a que dise el Padre Ma-riana,
que lhn Henrique vino mili pobre sin dinero) y no pu-diendo
cobrarlas, convoco, como Senador Romano que era, a
Principes de Alemania, y Espana, paua cobrar el Reino de Sici-lia,
que era de su Abuelo, y tio, y siendo la victoria por los
Sicilianos, y ellos presos fueron llevados a Napoles onde quita-ron
a nueve las cavezas y dieron a Don Henrique carzel perpe-tua
como lo traen los Anales de Flandes por Manuel Suerio.
Asegurado en esta parte el de Sicilia, lo quiso estar de el de
Cr. 3 v. 1 Tunes, porque cl prcstamo dcvia / ser suio, y haziendole guerra
pazar a Africa se fue a embarcar a Aquesmortues en las Galeras
de Genova a cargo del Almirante Ansaldo Doria, que le disuadio
por entonses a mas de ser la empresa dificil el Moro tenia pases
con los Xristianos qtle vivian muchos en sus tierras, y le ven-dria
peligro en sus vidas, y resolviose a ir a socorrer a Th&-
maida de Egipto, criada por Baudo Baccar, y fue por los anos
de 1268, y ia les havia ido mui mal e infelismente en las cosas
de Assia perdiendose todo, y Anthiochia, que sin defenza la entro
el Soldan.
Vuelto a Sicilia Carlos Angou, y con su hermano San Luis
de Francia, y Don Theobaldo Rey de Navarra, y Juan Tristan
de Francia, Conde de Nevers, y el Cardenal Rodulfo legado del
Papa, hazen guerra a los Moros de Berberia, y juntos en per-sona
intentan pasar a qualquier puerto con el Almirante Engue-rano
Couchy: quedose Carlos defendiendo las costas de Ytalia,
y a imbiar socorros contra Tunes, por ser ciudad mui rica y
en muchos anos no haver sido acometida y estar mui ocupado
en guerras contra Espana el Rey Mira Mamolin Jacob, Abcn
Jusepe. Salio San Luis de Mallorca a 1.” de Marzo de 1270, llevo
consigo tres hijos, y el maior Phelipe: ganaron la Goleta, pusie-ron
el sitio entre Cartago, y Tunes, y a los cinco meses de malas
aguas y tempero de la tierra se apesto el exercito xristiano con
mucha perdida y el primero de los Principes murio km de
Fraricia Tristan fue tocado el de Navarra, murieron el Ca? de-
HISTORIA DE LAS SIETE ISLAS DE CANARIA 49
nal y Sun Luis que despues fue canonisado por el Papa Boni-facio.
Ef. 41
Luego Carlos de Sicilia, savida la muerte de su hermano Sun
Luis, hiso pazes con los Pizanos, y con copioso exercito paso
a Africa y continuo el citio y el de Tunes por buenos medios
se resolvio a estorvarle con animo de venir sobre Espana capi-tulo
treguas por dies anos con los Reyes Xrktianos presentes
y ausentes que quisiesen tener pases con los Reies de Tunes,
y sus aliados de Africa, sin comprehender a el Soldan de Egipto
por no hazer agravio a los xristianos de Palestina ni obligarles
a que se les hisiese guerra; y que pagara el Rey de Tunes los
gastos desta jornada, toda la cantidad en oro sin mescla de
otro metal. 1.” Que todos los xristianos que avitaren en todos
los Senorios de Africa por el dicho tiempo de dies anos en
tractos y comercios, no paguen derechos ni tributos a los Reyes
de Africa. 2.” Qtle los cautivos de ambas partes sean libres. 3.” Que
los Reyes de Africa se obligan a pagar el antiguo tributo de
40 mil escudos cada cino a los Reyes de Sicilia. 4.” Concede en
Africa y su Senorio libremente el exercicio de su religion a los
xristianos. 5.” Y que en la Ciudad de Tunes se hagan dos Monas-terios
de Religiosos de Santo Domingo, y de San Francisco.
6.” Y que puedan libremente predicar el Evangelio, y admitir
los Moros que quisieren convertirse etc. Libro 8. anuales de
Flandes por Manuel Sueirio en la vida de Margarita Constan-tino
politana.
/ El Rey Don Alonzo 10 tambien por sus hijos fue disgustado
con alteraciones. El primevo Don Fernando heredero de Espana
que murio en vida de SII Padre, se casn con Madama Blanca
hija de Sun Luis Rey de Francia IX, y tuvieron a Don Alonzo,
Ynfante de Castilla, qtre se firmo Cerda como su Padre Fernando
Guedella, que es lo mismo qtle Cerda, la Madre, y el Hijo st:
fueron a Francia, alla fue Monja en las Franciscas de Sun Mar-cello
onde vivio con gran exemplo de piedad, murio a 7 de Junio
de 1322; el Packe Nicolas Causino, tomo 2. Corte Divina: Su
hermuizo menor Don Sancho se levanto con el Reino de Espana
en vida de su Padre, tubo aspera condicion, dieronlc renombre
de brabo.
En el reinado de Don Sancho; que despues de su Padre Don
Alonzo 10 le susedio por el ano de 1284, el de Fez intento pasar
a Espana y Don Sancho 4.” vino sobre Tarifa, y la gano; puerto
siempre ofensivo contra toda Espana, y vencio a el Moro en
4
50 TOMAS ARIAS MARIN DE CUBAS
batalla nabal: y por este tiempo y siempre en guerras el de 1291.
Dice Agustin Justino verbo Canaria, qtte estando surtas en el
Estrecho dos Galeras de Theodocio Doria y de Ugolino Vibaldo,
desgarraron con recio temporal, y llegaron a las Canarias, y dos
religiosos de San Francisco que iban en ellas dieron nuebas
en Levante de las costumbres barbaras de sus havitadores y fue-ron
las primeras noticias de las yslas, y despues el comerciarles
de paz.
Luego que en el Reino a Don Sancho 4.“, le sucedio su hijo
Don Fernando 4.” por el de 1295 le hiso cruel guerra, y oposicion
por el Reino su Primo Don Alonzo de la Cerda, llamado el Des-heredado
que vivia en el Castillo de Gibraleon en tiempo de su
tio Don Sancho; Dice Velex Foresto Anales de Francia libro 4.
capitu2o 58, que Don Alonzo fue Canonigo y Arzediano de Nues-tra
Senora de Paris, y despues se caso Madama Masalda Senora
de Lunel junto a Beucatre, vino a Espana tubo dos hijos, Car-los
y a Luis; estos Principes Cerdos se recogieron a Francia por
el peligro el ano de 1298. Reinando en Aragon Don Jaime II,
y en Navarra Juan PheZipe sus Tios. Conpusieronse estos Prin-cipes
con su tio Don Fernntido IV, de no tener mas que ver ni
entender en Espana el ano de 1304. Don Alonzo, y su esposa
estan cepultados en Gibraleon en el convevrto de Nuestra Senora
del Carmen como Patronos y los primeros Carmelitas que vinis
ron a Espana los trajo de Pariz y alli de Herusalem su Abuelo
Sun Luis Don Carlos de Espana y Cerda murio junto a Paris
sin sucecion en servicio del Rey de Francia; fue Conde de An-gouleme;
su hermano Don Luis de Espana y Cerda Conde de
Talamont o Claramont se crio en la cassa del Rey de Aragon
Don Pedro su tio; fue Principe de las Yslas Fortunadas. Murio
el Rey Don Fernando IV en el termino o plazo de 30 dias empla-zado
por dos cavalleros hermanos Caravajales mandados de es-penar
de la pena tajada de Martos el ano de 1312.
Duu Alouzo XI, el Conquistador, tubo de los Moros grandes
victorias, y en particular onde ellos pura recobrarse de nuevo
[ f. 4 v. 1 en Espana sacaron del Africe [ sic] todo el esfuerzo posible /
y en el ano de 1325 su Almirante Alonzo Jufre apreso una gruesa
armada de Galeras de Moros en el Estrecho, y el Rey por tierra
gano muchos lugares de Espana, y estimulados los Moros paso
a Espana el Principe de Marruecos Abymeleck o Abul Melyck,
el Picazo, senalado en fuerzas como su Padre, entro con grande
estruendo y exercito de a pie y a cavallo, y con dies mil lan-
HISTORIA DE LAS SIETE ISLAS DE CANARIA 51
zas dio la vuelta a robar y ganar tierra por Alcala de los Gan-zules,
Xeres, y por tierra de Sevilla entrarse victorioso. Los
tres Capitanes Hcrnan Portocarrcro, Juan Alonzo dc la Cerda
y Alvaro Peres de Gusman juntaron en Arcos dos mil lanzas,
2500 de a pie, dieron sobre el Moro descuidado en la Vega de
Pagana, antes del dia en 30 de Octubre de 1340 y en el rio
Patute hallaron la sentinela de 500 de a cavallo qtle luego juie-ron,
y a los demas por no poder juir dieron muerte a sangre
fria y a otros en el alcanse camino de Algecira, y algunos vivos
passaban plasa de muertos arrojados en el suelo entre ellos
Abul Melicke, que apartado algo del camino y cansado en une
piedra descansando le vio uno de a cavallo de los Xristianos
que volvia llegando a el y atxendido por parecerle no estar bien
muerto sin conoserle le dio dos lanzadas y paso de largo, y
un Moro procuro cargarle a cuestas, y no pudo llevarle, y fuese
a dar aviso, y el erido con ansias de muerte, sediento a un arroio
se fue arrastrando, y fue hallado muerto junto a un sarsal; esta
victoria se gano por aiuda y socorro de la Virgen Maria Nuestra
Senora.
Savida la muerte en Africa de su Principe y de las costas
de Valle Meri, su Padre Abul HaLen, indignado y blasfemo, y
en gran manera sobervio contra Espana, y el nombre xristiano,
bramando convoco a los aliados Reyes de Fez, Buxia, Tunes, y
el de Granada, con el previno 60 galeras grandes, y en cinco
meses passaron el Estrecho a Espana cien mil lanzas, cinquenta
mil peones, con sus mugcrcs, hijos y alajas: El Rey Don Alonzo
tenia para dar la batalla y defender el Estrecho dies buenas
galeras a cargo de su Almirante Don Pedro Moncada; pidio so-corro
a los Principes Xristianos, y su suegro D. Alonso IV de
Portugal, que prevenido estaba socorreria a tiempo por la parte
que el Moro se determinase por la mar con sus galeras a cargo
de su Almirante Carlos Pizano y luego por tierra ambos pusie-ron
citio y socorro contra Tarifa: El Papa Clemente VI, luego
qtte entro en el Pontificado procuro estorbar esta guerra del
Moro, y poniendo pases entre Don Pedro de Aragon y Don Jai-me
II Primos y Cunados casado con Dolia Costanza hermana de
Don Pedro IV el qual imbio de socorro a Espana dies galeras
a cargo de Micer Gilio de Vocanegra, y Don Jaime de Mallorca
imbio dos galeras. Diose la batalla nabal frontero de Algecira
a tiempo, y por tierra, onde el Moro tenia mas de cien mil
lanzas y quatrocientos mil de a pie: los Xrktianos se havian
52 TOMAS ARIAS MARIN DE CUBAS
Cf. 51 juntado sobre Tarifa catarse mil lanzas y veilzte / y cinco mil
peones, lunes dia cinco de Octubre del ano de 1343. En el rio
Palmones se dio la batalla al principio fue mui dudosa, y de-clarose
la victoria por Espana. Murieron mas de la mitad de
los Moros, juieron a varias partes, murio el Rey de Fez, juieron
el de Granada a Marbella, el de Marruecos a Gibraltar desam-parando
su real onde los Xristianos matarnn a la Reina Fatima,
hermana del de Tunez, y a dos sobrinos suios: gano el Rey Don
Alonso a Algecira y Gibraltar, que despues los Moros por trai-cion
se levantaron, y hiso tributario al de Granada: fuerun - apre-sadas
del de Marruecos, y el de Granada veinte y cinco galeras
primero, y despues otras en alcanse qtre juian a Africa.
DON LUIS DE LA CEKDA ES EL PKIMEK JTRINCIPE DE LAS
CANARIAS
CAPITULO II
Escarmentados los Moros, como alegre la Xristiandad del
castigo y la victoria de unos y otros, la perdidad procurando
los aumentos de la fe, la Reina Dana Juana de Napoles que des-pues
de su abuelo Roverto en este ano de 1343 luego hiso dona-cion
del Derecho que dice tenia a la conquista de las Yslas For-tunadas,
y era suio por donacion del Papa a su Abuelo, y por
ella a su sobrino Don Luis de Espana y Cerda porque tenia
larga noticia de dichas Yslas por un navio suio que las aporto
De- lanceloto Mailesol Napolitano estubo en ellas de paz, y trato,
y comercio en el ano de 1320 y por este tiempo le frequento hasta
el presente ano de 1344 que el Papa Clemente VT le dio Ia inves-tidura
y luego Don Luis imbio armada a ellas.
Francisco Petrarca libro 2 de vita silita tract. 6 cap. 3, re-fiere
el triumpho y solemne paseo del dia del nombramiento de
su principado, y como primero precedio ir a las yslas fortu-nadas
una armada de la Republica Jannuense incitada por los
Padres del Senado de ella que son de la ysla de Menorca y
dieron por nuevas que sus moradores aora son como en el
Liempo que 1~ s describe el poeta Horacio Flaco, en sus liras,
qzte son amissisimos de soledad tanto como las bestias, sin tener
comercio ni trato, mas que las gentes mas remotas de todo el orbe,
assi de la yndia, y Oriente como del polo artico, no hallandose
otras mas solitarias son vagantes por los campos en compania
de sus ganados por onde quiera qzle ellos quieren apasentarse l,
1 Las noticias que segun Marin de Cubas refiere Francisco Petrarca
en su libro II de Vita Silita, Tract. 6, cap. III, con respecto a los aborigenes
del archipielago Canario, fueron obtenidas por una expedicion enviada
54 TOMAS ARIAS MARIN DE CUBAS
Esta tierra dieron por patria mui poco ha a un varon mui noble
de la casa de Espana y Francia por Clemente VI a el qual vimos
el dia de su paseo ( en Avinon) adornado de ceptro y corona
Real, y con la mucha lluvia del dia se le desazono su gozo. Y assi
[ f. 5 v. 1
se dijo que su Principado se le aguaria a mal fin pues era si-tuado/
fuera del orbe, y no hemos savido quien le aia sucedido
a este Principe.
Geronimo Zurita libro 2 capittrio 1 dise que Don Luis de
Espana y Cerda Conde de Talamont, se crio en la cassa del Rey
Don Pedro IV de Aragon, y que en el ano de 1345 en las fiestas
de Navidad tubo el Rey Don Pedro embajada del Papa Cle-mente
VI dos Nuncios, el Arzobispo de Neopatria y Rodulpho
Loifera pedian lisencia que Luis Principe de la Fortuna hiciese
cierta armada de gente y navios pura la conquista de la Gran
Canaria, y de las otras yslas qtte antiguamente se dijeron las
fortunadas, cuia conquista le havia dado el Papa: fueron estos
embajadores mui bien recividos y hospedados, y dioseles todo
lo que pidieron. Por el mismo tiempo vino otro Embajador Moro
a Aragon llamado el Alcaide Abenfacen Abencomixa; enviado por
Jusepe Rey de Granada, con poder el Rey de Marruecos pura
concordar treguas y paz& por algun tiempo, y quedo ajustado
por dies anos. Dice el mismo Autor qtle un ano despues vino
a Aragon Don Luis de la Cerda, a vicitar a el Rey Don Pedro,
que asistia en Poblete por estar la Reina convaleciente de sierta
enfermedad y empeso a tratar de armas, gentes a la empresa
de las yslas fortunadas de que el Papa le havia hecho merced
y de la costa de la Lybia en el oceano llamado el Reino de Bena
Mary a causa de sus moradores hacian sacrificios nefandissimos
a sus idolos, fue recivido este principe con grande fiesta, y ade-mas
de las galeras de cierto numero que le mando dar le con-cedio
que pudiese sacar de la ysla de Cerdena todas las vitua-llas
para esta armada no se ha podido hallar ni saver cl suceso
desta empresa, De creer es qtte el Principe Luis decistio por
las crueles guerras de Francia y de Ynglaterra, que luego inme-diatamente
se dio la batalla onde de ambas partes murieron
treinta mil hombres.
Esteban Garibai, y el Samaloa libro 14 capitu2o 6 y capittk2o 21
por Menorca. No encontramos estas referencias sobre los aborignes cana-rios
en ninguna de las cronicas e historias consultadas ( Abreu,. Viera, Chil).
l3escanncemns igualmente si Francisco Petrarca, en la nhra cHada, apnrta
dato alguno sobre las costumbres de los abongenes, tal y como parece
desprenderse de la lectura del manuscrito de Marin de Cubas.
HISTORIA DE LAS SIETE ISLAS DE CANARIA 55
dicen que el Principe Fortuna con esta arma da el no llego a
las yslas, y se quedo en Cadiz; lo mismo dicen otros. Galleno de
Betencourt, tratado de las navegaciones de Francia en el occea-no;
dice que el Principe Fortuna tubo el dominio destas yslas
coronandole por Rey el Papa solamente para predicarles la fe:
y haviendo llevado armada de Ginoveses y Catalanes la imbio
a ellas, y el se ocupo en el servicio del . Rey de Francia, y esta
armada llego a la ysla Gomera, quedandole despues la permicion
destas yslas a el Rey Don Pedro IV.
[ f. 61
Don Luis de Espana y Cerda Principe Fortuna, Conde Tala-mont,
se caso en Espana con Dona Leonor de Gusman, vezina
del Puerto de Santa Maria, tubo por hijos a Don Juan y a Dona
Ysabel haviendo llegado de Aragon imbio la armada a las yslas
/ de Canaria mediante las pases contraidas con el de Marruecos
que dice ser suias estas yslas de su Patrimonio real, el paso a
Francia y se hallo en la batalla creciaca el ano de 1346 que disen
los anuales de Flandes, que fue sepulchro de la nobleza de Fran-cia
donde murio Don Luis y la viuda Dona Leonor- st: caso con
Rodrigo Alvares de Asturias, Senor de Norona, y uso de su hija
Dona Ysabel de la Cerda; y muerta Dona Leonor el Rodrigo se
caso con su entenada Dona Ysabel, y ella viuda se casa con
Don Bernardo de Bearne hijo del Conde de Foix, que fue el
primer Conde dc Medina Celi, y tubieron a Don Gas Conde Bearne
y Cerda donde proceden los Duques de Medina Celi. Anales de
Flandes por Manuel Sueirio.
A Don Juan de la Cerda y Gusman, hijo del Principe Luis,
hiso matar el Rey Don Pedro de Castilla el cruel, y a el le mato
su hermano bastardo de dos punaladas mortales: Don Henrri-que
II, hijos de Don Alonso XI el ano 1369 fue Don Henrique
el primer Conde de Trastamara desde el ano de 1328 por su
padre que hiso los Condados de Lemos y Sarria, fue casado con
Dona Juana Visnieta del Ynfante Don Fernando Guedella, Pri-mogenito
del Rey Alonso X. Tubo guerra con Portugal y murio
Don Henrique de 46 anos avenenado despues de dies dias de
averse calsado unos borceguies que un capitan Moro le presento
entre otras cosas fingiendo venia desterrado por Maxomat, Rey
de Granada, que temia mucho el valor de el Rey Don Henrique,
qtke aun no se havia asegurado con las paces hechas por Juan
Phelipe 1 Rey de Navarra.
Sucediole Don Juan 1 su hijo en el Reyno de Castilla y Leon,
hiso guerra a Portugal, pidio prestado a el templo de Nmeslra
56 TOMAS ARIAS MARIN DE CUBAS
Senora de Guadalupe quatro mil marcos de plata, y teniendo
tres vezes doblado exerc; ito perdio la batalla de Aljubar- roLa,
murio de 36 anos en Alcala de Henares, caio del cavallo sa-liendo
a correr una tarde que havian venido a Espana los cava-lleros
Moros dos hermanos Farfanes famosos en la gineta.
En el reinado de su hijo Don Henrique III, el enfermo por
ser hipocondriaco, de color palido y enfermiso mucho tiempo
que padecio quartanas, se mantuvieron las pazes de xristianos
y Moros, y lo mismo en las Yslas de Canaria con los Arago-neses
y Mallorquines hasta el ano de 1394 que murio el ultimo
Conde de Barcelona y Rey de Aragon Don Martin, sin sucecion,
y dos anos despues de interregno nombraron por sucesor en la
Corona a el Principe de Castilla Don Fernando, que governo
el 1412. Dizen los autores, y con ellos Zurita Annales de Ara-gon,
que en el ano de 1393, tomo 2 libro 20, capitu2o 39, que
[ f. 6 v. 1 vinieron a estas yslas gentes de Viscaia y Guipusquoa / y Sevilla
y en ellas hicieron grandes robos de gentes, cabras, cebo, cera,
cezinas, que todo se vendio para los costos destas guerras, y
esto dio codicia para comerciar a ellas, y trajeron a el Rey y
Reina de la Ysla de Lanzarote ‘.
Don Pedro Lopes de Aiala, en su historia, dice que en tiempo
del Rey Don Henrique III en el ano de 1393 que gentes de- Sevi-lla,
Biscaia y Guipusquoa armaron en Sevilla navios con gente
de a pie y a cavallo, y fueron a el descubrimiento de aquellas
Yslas en las costas del occeano la Lybia llamada en estos tiem-pos
el Reyno de Bena Maryn: fue saqueada la primera de ellas
Lanzarote, y tentaron y descubrieron las demas, no traheron
riqueza, que jusgaron hallar dc oro, ni plata porqtre cl despojo
fue de esclavos, cueros de cabras, sera, cebo, y assi no fueron
tan codiciadas despues si los Principes no tubieran el celo de
plantar la fee y reducir aquellas gentes a mejor vida.
2 Con respecto a esta expedicion Chil y Naranjo senala “ Pero de todos
los autores que se han ocupado de esta ultima expedicion ninguno sumi-nistra
datos mas precisos y da noticias mas detalladas que el doctor don
Tomas Arias Marin y Cubas.. .” ( tomo 1, p5g. 299). EEectivamentc, Marin
de Cubas gs el autor que mas datos aporta sobre esta expedicion que en
1393, al mando de Gonzalo Perez Martel, senor de Almonaster, arribo a
algunas de las islas del Archipielago Canario y robo gentes, ganado, cebo
y todo cuanto pudieron, siendo Gran Canaria y Lanzarote las islas mas
saqueadas. De esta ultima fue de donde se llevaron incluso al rey Guanara-me
y a la reina Tingua- Faya. El padre Abreu Galindo tambien da cuenta de
esta expedkih,. annq~~ e ron menns detalles que Marin de Cubas ( Ahr<:. ll
Galindo, Historza.. ., Goya ed., 1977, cap. VIII, pags. 43- 44).
HALLASE MEMORIA EN LAS YSLAS DE HAVER VENIDO
A ELLAS CHRISTI- ANOS
CAPITULO III
Despues de haver tractado a los yslenos en el tiempo de la
conquista, refieren varios acaecimientos de los xristianos que
a ellas vinieron, assi de paz, como de guerra: El P. Galindo,
Franciscano, en su manuscripto de conquista de las yslas de
Canaria, dise que los Gomeros dixeron a Mozen Juan de Be-tencourt
lo siguiente: el primero que en una armadas de navios
aporto a esta ysla, que vino de paz con mucha y lucida gente,
se llamo Ormel Conde de Vren lo bien fuese corupto Urena
o Urgel). Este capitan estubo poco tiempo, asento el tracto y
comercio assi en esta ysla como en las demas, aqui dejo un
clcr- igo hombre de mui buena vida, que reduju a muchas per-sonas
a la fee, y dejando muchos xristianos, y doctrinados en
ella murio en la Gomera: Esta armada siguio la via del Norte
y no volvio mas ‘. A muchos Gomeros hallo Betencourt que te-nian
nombres de Santos: Hernandos, Pedros, Mathiguelos, etc.
Y despues, como tiempo de 30 anos aporto a la Gomera, en el
Puerto de Hipare, otra armada de guerra de gente Castellana,
su Capitan Hernando de Castro, que entraron la Ysla con arrojo,
y resolucion de matar y prender. Salioles al encuentro toda la
fuerza de los Gomeros y fueronse retirando los castellanos a
una fortaleza de risco onde havia celada de otros Gomeros tiene
la entrada angosta, como la salida, y el risco que ataja tiene
agujeros onde llaman Argodes, y atravesados palos y maderas,
fueron acorralados y citiados los Castellanos, y pactados y sen-
1 Marin copia a Abreu. La autenticidad de esta expedicion fue puesta
w duda por- Buenavtx~ ura Bonnet y Reveron en su tesis doctoral Las
expediciones a Canarias en el siglo XZV, Madrid, 1946.
58 TOMAS ARIAS MARIN DE CUBAS
IY. 71
taron pazes, y como amigos tractados con refresco de comida,
y ellos les dieron de algunas ropas y armas, y haviendose ido
no volvieron mas a la / Gomera 2. De la Ysla de Thenerife en
su conquista se supo que Castellanos desembarcando por la
parte de Adexe a el Sur, anduvieron a cavallo alanzeando los
naturales, y murio un Rey mui valiente medio gigante que se
hallo mirlado en una cueba, de quien contaban hazanas llamado
el de las lanzadas, callavan el comercio de paz con Aragoneses,
que es cierto lo tuvieron con xristianos, pues entre ellos, aunque
escondidas y maltratadas , se hallaron ymagenes de Santos.
Los canarios dicen, que los primeros xristianos que vinieron
a Callar- ia fue que llegaro al puerto de Gando, y plaia a el
oriente dos navios que estuvieron surtos un dia, y no vino a
la plaia gente de tierra, y al dia siguiente mui de manana desem-barcaron
18 hombres, y segun dan senas eran dos Padres Augus-tinos,
y los navios guiaron hacia el Norte, y en todo el dia no
vieron gente qtle jusgaron estar la tierra desierta, y a la prima
noche vinieron sobre ellos muchos canarios desnudos armados
de piedras y palos, de dos poblaciones que estan frontero del
mar Argones y Tyldet, y reconosidos los huespedes que venian
de paz, los repartieron o alexaron a diversos duenos por la Ysla;
estos ensenaron a los Canarios a labrar palos y piedras con
picaderas y cosas enmaderadas grandes. Dicen que tuvieron co-mercio
con estos xristianos, que ellos llamaban a todos Mallor-quines
por tiempo de 40 anos, hasta que falto el tracto por decir
los xrktianos en SLIS tierras que los Canarios eran traidores de
ley, corazon y por naturaleza infieles, y assi mataron a 13 lMa-llorquines
en la Gaete en su cassa llamada Roma y dicen que
los Canarios vestidos de la ropa de los xristianos esperaban de
otro navio que llego de paz pura matar los que viniessen a
tierra, y conosida la traicion les dixeron que presto vendria una
armada que se prevendria para castigar sus traiciones, y estos
llevaron la nueva a Espana y a Levante, dicen los Canarios.
Tuvieron los Mallorquines en esta ysla de Canaria algunos
puertos que savernos de su comer- cio a las ysletas una fuerte
cassa de piedra sola mui fuerte, que su pared tenia de ancho yde
grandes piedras siete palmos largos y segun los simientos una
quadra mui ancha y larga onde oi esta una Hermita de Santa Ca-
2 Con respecto a esta supuesta expedicion al mando del capitan Fer-nando
, de Castro, ver nota ‘ de Cioranescu en las pags. 78- 79 de la historia
de Abreu Galindo, edicion de 1977.
HISTORIA DE LAS SIETE ISLAS DE C4NARIA 59
[ l-. 7 v.]
thalivza Martir a la parte del sur en el Ganeguin una cueba onde
se decia missa que oian los zistianos qtle comerciaban, llamada
Santa Agueda, como la Iglesia maior de Sicilia, qtle assi es lla-mada
a la parte de poniente a unas poblaciones de Canarios
llamada Tirma, y otras de la Aldea de San Nicolas de Tolen-tino
onde se decia missa mui serca del mar, una Hermitica
mui pequena la mitad cueba y la otra mitad de piedra, y en
la plaia Gaeta llamada assi por los Sicilianos, y su cassa que
alli tenian como precidio con una pared de piedra hasta la plaia
con saeteras a modo/ de muralla. Serca de aqui tenian los Ca-narios
la cassa de las Doncellas o Convento de las Marimagua-das
ande tal vez venian los xristianos y dicen que teniendo celos
los Canarios procuraban en un convite matar a los Mallorqui-nes,
y no pudiendo conseguirlo les armaron traicion de que solo
un Canario entrase y suviese en lo alto del fuerte onde todos
descuidados con la puerta avierta a la sena dada por el traidor
con los pies subieron los demas con cuchillos y executaron la
mala intencion; daban otra disculpa de haver muerto a los xris-tianos,
dicen qtle en aquellos dias o anos les havia sobrevenido
en la ysla gran falta de alimentos por no havcr llovido y gran-des
enfermedades de que morian muchos, atribuiendo tal cas-tlgo
por tener pazes y tractos con xristianos, y tenerlos en su
tierra, y quitandolos de ella tendrian, buenos temporales y assi
fueron insistidos del Demonio 3.
Despues dicen los Canarios de haver comerciado por tiempo
casi de 40 anos con Mallorquines, Aragoneces y Sicilianos; vie-ron
a mediado Junio a tiempo qtbe ellos tenian fiestas y vailes
3 Marin de Cubas sigue a Abreu Galindo en el episodio de la cautivi-dad
y posterior muerte de los mallorquines que habian sido apresados
en la bahia de Gando. No obstante, el autor introduce en el relato ciertos
datos que no hemos podido encontrar en Abreu; estos nuevos datos son:
a) La ermita de Santa Agueda en Ganegujn ( nombre < actual de un pe-queiio
pueblo de pescadores existente en la desembocadura del barranco
de Arguineguin. En dicho pueblo existe una cueva en la que, segun la tra-dicion,
se encontro en SLI interior una imagen de Virgen).
Ir) A~ I& I jwtiiica la matanza rlt: loa rnallurquirles por causa5 tales
como la hambruna que asolaba la Isla en esta epoca. A esta causa Marin
anade otras como los problemas surgidos entre los mallorquines y las
marimaguadas, que como se sabe eran las mujeres sacerdotisas, a las
cuales no se podia codiciar, y se castigaba con severisimas penas a quie-nes
10 intentasen.
c) Por ultimo,. Marin dc Cubas no cita, al menos en esta parte de
su texto, el episodio del ajusticiamiento de los dos sacerdotes que fueron
arrojados por la sima de Jinamar, hecho que Abreu resena detalladamente.
60 TOMk3 ARIAS MARfN DE CUBAS
en Galdar y Telde, onde todos los varones estaban ocupados 4,
o fuese por el revato de una esquadra de seis navios con dife-rentes
divisas en algo a los a los [ sic] primeros de Mallorquines;
entre el poniente y el sur jusgandolos enmarados se descuidaron
los Canarios, supieron que en el Pueblo de Ganeguin robaron mu-chas
mugeres, muchachos y ganados y quanto pudieron, Ilevan-dolo
todo a hecho sh irrrpedirnento alguno 5. La armada vino
por el oriente rodeando la ysla, y los Canarios por tierra rete-niendolos
viniesen a pelea, dieron fondo frontero unos riscos
tajados pendientes sobre el mar fortaleza de los gentiles, salie-ron
a tierra en una buena plaiasa [ sic], esquadronaron las lanzas
onde avia una poblacion a la boca del barranco de Telde, que lla-maron
la Pardilla 6, suvieron por el valle de Ginamar en busca
de losCanarios que se iban entrando en el bosque de olivos sal-veses
o asebuches, y otros arboles, alancearon y mataron a mu-chos
en un valle, que oi llaman la Matanza por esta accion ‘.
Un Castellano buscando la cenda a el mar por mas breve y
mas cercana que por la parte onde havian venido, iendo a pie
con espada y rodela cojio la de mano isquierda por unos colla-dos
descubrio los navios, y lanchas que a todas partes awdian
a recoger gente, dio en la emboscada del risco de las Carigue-las
onde ai grandes agujeros en las toscas ‘, que alli tenian ata-jado
el camino sobre el mar en una eminencia de mas de 400 bra-zas
de onde se arrojo el Castellano, y sobre su rodela a dos
4 Efectivamente, podria tratarse del Benesnzen, fiesta anual que cele-braban
los aborigenes en la estacion del estio cuando hacian la recoleccion
de sus granos.
Se desprende por los datos de Marin de Cubas que periodicamente toda
la isla se hallaba ocupada en estas fiestas.
5 Se trata de la expedicion de 1393, que mandaba el capitan Gonzalo
Perez Martel. Ver nota 2 del capitulo II del lib. 1.
6 El toponimo La Pardilla no lo encontramos citado en ninguna
cronica e historia consultada. No obstante, esta localidad existe, y es
actualmente un barrio de Telde. Por lo que respecta a la poblacion que
segun Marin & Cubas existia en la descn> bocadura del barranco de Tolde
que llamamos la Pardilla, cabe senalar que en dicho lugar se localizan
los restos de un poblado aborigen conocido como la Restinga y Roca-barranco:
este poblado estaba formado por al menos treinta estructuras
habitacionales de piedra seca, de planta interior cruciforme, asi como
varios enterramientos tumulares y dos grandes recintos.
’ En el termino de Marzagan ( municipio de Las Palmas de Gran Ca-naria)
cxistc un barrio cuyo nombre es La Matanza; en sus proxjmidades
se localiza un importante complejo de cuevas naturales y artificrales con
silos, que constituyeron un poblado aborigen. En este yacimlento se han
recogido abundantes restos materiales de la cultura aborigen.
8 Podria tratarse de los silos del Mal Paso, que aun se conservan;
este yacimiento fue descubierto y en parte estudiado por Jimenez Sanchez.
HISTORIA DE LAS SIETE ISLAS DE CANARIA 61
braceadas, dicen los Canarios, se fue a su navio; esta memoria
durara muchos siglos, fue mui celebre entre los gentiles sena-lando
el modo y arrojo que tenian ellos por victoriosos e im-bencibles
a tales hombres, a modo de / los Saguntinos, y es
llamado alli el salto del Castellano.
Navegaron a el oriente a la ysla de Lanzarote a el Puerto
Guanapaio onde havia edificio o cimiento de Castillo o fuerte,
que despues Betencourt llamo el Castillo biejo que fabrico Lan-celoto
Mailesol, Milanes, que aqui fue escala de Mallorquines
salieron a tierra a correrla los xristianos sin hallar persona ni
viviente alguno por tode el dias, y serca de noche mandaron
saliese por espia ligera, y diese uno la vuelta por la llanada o
Dehesa de Guriame lo y bien apartado, y al volverse le parecio
habia visto corriendo un gentil esconderse en unas ramas con
tanta velosidad como una ave, y siguiendo hacia aquel alcanse
presto fue descubierto, y con grande dificultad atropellado, y
de el se entendio onde los naturales todos se havian recojido
desde que vieron los navios, al dia siguiente fueron obligados
a defenderse en los llanos qtre llaman de la Oliva ll, fueron algu-nos
muertos y cautivos 160 con el Rey Guanarame, y la Reina
Tingua Faia 12, mucho ganado de cabras y cueros, tozinas, ca-brias,
cebo que tenian recojido paua comerciar y dieron la vuelta
a Sevilla.
En este ano de 1.393 que los Castellanos vinieron a las yslas
havian passado 102 que se tubo noticia de ellas en Levante y
lo Francisco Navarro Artiles. en su obra Teberite, apunta: “ Guriame-
1.: ‘ Top. de Fv. : extensa zona del nordeste de la isla’ // Var. : Guriame / j
2.5 ‘ Top. de Fv.: Caserio en la Oliva’ // Var. : Guariame // Dehesa de
Guriame iTop. de Lz! // Nota: Quiza sea , error por Fuerteventura // Lla-
Ilada de Guriamt; ‘ Top. de LE’ // Nota ; Quisa sea error por Fucrteventura”.
Este toponimo no aparece citado por ningun autor ni cronica anterior
a Marin de Cubas. De ser cierto lo que apunta Navarro Artiles, el relato
de Marin de Cubas habria que trasladarlo a la isla de Fuerteventura.
11 Tampoco aparece este toponimo en la isla de Lanzarote, m cita
alguna de autores anteriores a Marin de Cubas. A este respecto ver nota 1,
cap. X, tomo 1, pag. 301, de la obra de Chil y Naranjo Estudios...
lp Tanto Abreu Galindo ( el autor mas antiguo que da los nombres de
estos dos personajes - Guanarame y su mujer Tinguefaya-), como Marin
de Cubas dan por cierto que eran reyes de Lanzarote. Sin embargo, Viera
senala que “ Guanarame, hermano de Tiguafaya, y a la hermosa ICO, que
era su hermana y su mujer...“.
Entre el , text. o , de Abreu y de Marin de Cubas existen ias siguientes
diferencias :
a) 160 cautivos en Marin de Cubas y 170 cn AbrEu y Viera.
b) Tinguafaia en Marin de Cubas, y Tinguefaya en Abreu.
62 TOMAS ARIAS MARIN DE CUBAS
73 que el Rey de Napoles les comercio, y 47 que imbio a ellas
el Principe Luis; y aora esta armada parece fue imbiada por
Castilla: concuerdan los que hablan d’esta armada de Caste-llanos
que el Capitan fuese Hernando de Castro, quien o como
fuese no savemos mas en tiempo del Rey D. Pedro de Castilla
antecedente a este mas de 30 anos, tubo este Rey una armada
contra Aragon su Almirante deste nombre D. FerYzando de Cas-tro
en el ano 1.365, este era senor de Monforte, Lemos y Sarria
y Castroheril, Maiordomo del Rey D. Pedro, hermano de D.” Juana
de Castro con quien SP casn repudiada y presa en Burgos la
Reyna D.” Blanca. Eran hijos de D. Pedro de Castro y Guerra
y de D.” Ysabel Ponce de Leon, viuda de D. Diego Haro senor de
Viscaia, nieto del primero D. Diego Haro, y pudiera ser o este ca-vallero
u otro deudo o sucesor quien fuese en estas yslas.
Demas de haver comerciado los Mallorquines en las yslas tam-bien
en las Cortes ( sic) de Africa en cabo de Guer onde llamaron
Sta. Cruz de Berberia onde murio un Religioso Augustino y tie-nen
su cuerpo entero, y libros, y otras alajas qtre fueron suias, y
este vivio en Canaria con exemplo de buena vida asistiendo algu-nos
anos a los xristianos qzfe vivieron y comerciaron en la ysla.
MOSEN JOAN DE BETENCOURT SALE DE FRANCIA PARA
LAS CANARIAS Y LLEGA A CADXZ
[ f. 8 v. 1 / CAPITULO IV
Los historiadores desta venida de los Franceses, con variedad
assi, Espanoles, Ytalianos y Franceses por haver escripto despues
de 70 anos hablan en diversos tiempos de aquel primero: segui-remos
en toda la historia a un Clerigo trances Capellan suio de
Mosen Juan que le asistio hasta su muerte de que hizo un trata-do
en su lengua imprezo, aunqz* e en el calla algunas causas y
motivos que otros declaran.
Garivai, historia de Espana libro 16 capitulo 19 y el Padre
Juan de Mariana libro 16 capirulo 14, Gomara historia de las Yn-dias
libro 6 capitulo 17 concuerda con Zurita libro 20 capitulo
39 historia de Aragon, y descuerda de los otros.. De los Ytalianos
dice Benzoni historia del Nuevo Mundo lo mismo cassi con algu-na
diferencia, y que el Rey de Lanzarote se llamaba Bajanor. Pau-lo
Juvio, cn sus elogios dise, que Portugueses y Castellanos descu-brieron
estas yslas, y las comerciaron. Gonzalo Yllescas, historia
Pontifical, dice que el conqsimiento de estas yslas es de mui largo
tiempo llamadas Fortunadas hata que vino a conquistarlas Be-tencourt.
Gonzalo de Molina, llamado Argote, en la nobleza de
Andalucia tracta dcsta materia con variacion como los demas.
Varroz y Ramnucio, Lucitanos en sus decadas dicen que yngleses
primero y despues franceses descubrieron estas yslas, que cami-nando
a Espana se derrotaron a ellas, y en particular a la Ysla
de la Madera. Las historias francesas dicen de otra manera y
entre si concuerdan en la verdad deste viage de BetencourtV
Bignien en su Bibliotheca en el ano 1405 y en el de 1407 Velle Fo-resto
libro de Cosmografia tomo 2 capitulo 31 y Thebet libro 3
capitulo 9 Andres Favin o Fabian, tractado de los oficios de Fran-
64 TOMAS ARIAS MARIN DE CUBAS
cia libro 3 capitulo 8 dicen a una voz que tres gentiles hombres
salieron de la Francia en tres navios grandes de guerra, al modo
que los antiguos aventureros cavalleros errantes, llamados Jean
de Betencourt, Girardo de Monleon y Ethelfe de la Salle, a quien
la historia de Betencourt llama Gaiferos o Gadifer de la Sala
natural de la Rochela, ‘ y despues a el retorno a Francia de las
Yslas de Canavia mando el Rey de Francia a servir a las guerras
del pais de Genes el aMo 1409 y mando que ninguno volviese a las
yslas de Canaria.
Galleno de Betencourt, tractado de las navegaciones del Oc-ceanos,
dice despues por el aMo de 1402 Juan de Betencourt
gentilhombre normando, por las crueles dicenciones y revueltas
de qtre el fue causa en Francia entre el principe de Orleans y el
duque de Borgona con el rey Carlos VI y este con el Austrique
( que es el Emperador de Alemania) y pareciendole no tener se-
Cf. 91 gura su persona en la Francia, ni aun en Espana, / determino
con su familia salirse del Reino etc.
Del tractado de sus capellanes de Mosen Juan el licenciado
Juan Berriel y Fr. Pedro Bontier, franciscano, qtre quedo en ys-las
y acompaiiaron siempre SC colige lo siguiente. Fue Mesen Juan
gentilhombre de Camara del xristianissimo Carlos VI, natural de
Normandia, Varon de Betencourt en la Provincia de Caux, tenia
su cassa en la gran Vella de Tintorera, lugar suio onde vivia
quando tubo las grandes contiendas con su hermano maior Rei-naldos,
que le coacionaron a salir del Reino, siendo el primer mo-tor
desta empreza de ir a las yslas, paso a la Rochela onde hablo
con Gadifert de la Sala y casi le forzo a solicitar gentes, armas y
pertrechos: Dexo su hazienda Betencourt en ciertas doblas de
oro a renta a un su deudo Roverto de Bracamonte , embarcose
en uno de tres navios grandes r/ ue por mas fuerte el escngio, y
Gadifert juntos con ochenta hombres de pelea.
Salieron del Puerto con viento Nordeste ano del Senor de
1402 dia primero de Maio, fueron la vuelta de la ysia Bel Isic] de
aquella costa de Francia, y de alli a el Cabo Gobe y en la ysla Re,
les contrario el viento por la proa y tuvieron otra derrota; y se
apartaron los tres navios y solo se habla del de Betencourt que
llego a el Puerto de Rivadete, onde estubo ocho dias amotinada la
gente, Normandos y Gascones, tirandose chuzos, barras de hie-rro,
tablones, desde las gavias, camarote y otras partes; y salien-do
armado Gadifert de la camara apaciguarlos le fue arrojado
un chuzo que apartandose entro a la camara y se clavo en un
HXmRIA DE LAS SIETE ISLAS DE CANARIA 65
cofre, y el biage estubo deshecho, que con mana se volvio a pro-seguir.
De Ribadeu fueron a la Coruna alli estaba la armada de Sco-sia
a cargo del Conde de Hely, que estaba en tierra con otros Se-flores,
el de Razi y Renti, a los quales fue Betencourt a pedirles
ciertos pertrechos de una de las tres naves que en sierto parage
le havia apresado, disculpado el general con los demas Senores
y vuelto Betencourt a su navio, invio recaudo siniestro al Conde
de Crefort, almirante, de parte del General pidiendo una lancha
grande y anclote que luego lo imbia, y viniendo ciertos Capiiu-nes
a vicitarle en buenas chalupas instaron volver a llevarse la
lancha y anclote; hubo altercaciones, vozes y demandas con sa-tisfaciones
mando Betencourt alsar el navio, y tras el vino una
Goleta armada, y puestos ambos a punto de guerra se volvio sin
hazer effecto. Siguio el viage por la costa de Portugal y doblan-do
el cabo de San Vicente llego a Cadiz, acomodo su familia en
cierta posada Betencourt, y el siendo acusado por demanda de
los yngleses, Ginoveses y Placentinos, de que era pirata haviendo
rovado en tal parage tantos navios, y hecho graves, y hechado
[ f. 9 v. 1 a fondo / tres, fue preso en el Puerto de Santa Maria y el navio
embargado con todos sus pertrechos; la Senora Madama Maria
de Bracamonte siendo de poca hedad y mui hermosa se afligio,
y luego dio a conoserse a sus deudos qtce tenia en Espana, sobri-na
que era de Rubi de Bracamonte, qtte caso en Castilla en tiem-po
del Rey Don Pedro, con Dotia Ygnes de Mendosa, casa del
ynfantasgo; este se hallo en Montiel en la tienda del Condestable
de Francia Monsieur Beltran, Claquin, quando D. Henrique ma-lo
a su luxmano.
Llevado preso a Sevilla Mosen Juan de Betencourt, y reputa-dos
por piratas el y los suios, beso la mano al Rey Don Henri-que
III y a la Reyna D.” CathaZirza qzne alli se hallaban, y fue vici-tado
de los grandes y otros cavalleros con muchos ofrecimkxtos,
y luego dado por libre; y puesto silencio a las demandas Y vuelto
a Cadiz se le amotino la gente sobre las pagas el dueno del navio
Roverto Brumen, el contra maestre Bertin Berneval de Caw Y
el Capitan de ynfanteria Remon le nedan marineros y soldados
que havian servido sin premio y eran ia muertos, a guerra Y tra-vajos,
27 hombres de 80; acomodolos con algun dinero q= hallo
y volvio Betencourt a querer proseguir el viage de las yslas con
intencion de robar esclavos pura aiuda de tantos gastos, Y Pro-curo
buscar practicos que deste viage le diesen noticias.
66 TOMAS ARIAS MARfN DE CUBAS
Hallo algunos Betkcourt, Maestros de navios, qtle en estas ys-las
comerciaban aunque de secl- eto porque el Rey D, Henriyue
tenia vedado este tracto en paz y en guerra; corrio la vos de que
buscaba gente de su nacion para esta empreza, y mas hallara si
tuviera mejores pagas, fue citado Betencourt de ir primero qtre
otro u otros dos navios espanoles a las dos yslas primeras onde
se haria con menos ernbaraso el robo de yslenos l
l LOS capitulos que Marin de Cubas dedica a la conquista Betancuriana,
concretamente del IV al XII del libro 1, ambos inclusive, han sido objeto
de un minucioso cotcjo con las versiones conocidas y publicadas en epocas
anteriores a la de nuestro autor: nos referimos a los textos B y G, asi
como al texto de Abreu Galindo.
De estos cotejos deducimos que Marin de Cubas tuvo que consultar
otro texto sustancialmente distinto a los ya mencionados y referidos de
la conquista Betancuriana. Las noticias que aporta nuestro autor sobre
este capitulo de la Historia de Canarias, resultan mas veraces y acertadas
que las del mismo Abreu, de cuya obra se sirve nuestro autor en multi-ples
ocasiones, tal y como el propio Marin senala.
iCual fue entonces la fuente de que se valio Marin para narrar los
episodios de la conquista Betancuriana? Segun Elias Serra Rafols, Abreu
Galindo fue el unico entre los cronisras canarios que tuvo acceso a una
copia del manuscrito de la conquista betancuriana, que Juan V de Betan-cur,
a ruego de los Betancores canarios, les envio hacia 1490 ( Elias Serra,
1964). -
Pudiera ser que Marin de Cubas llegase a conocer esta copia utilizada
por Abreu en su historia; sin embargo, la transcribe o al menos la inter-preta
de distinta manera a como lo hace Abreu, tal y como ya indica-bamos.
Cabe entonces pensar que Marin de Cubas consiguio manejar una
nueva fuente; para Elias Serra, dicha fuente seria Le Canarien en su
primera edicion del ano 1629- 1630, del que fue autor Pierre Bergeron
( Serr