SEVILLA. Seguir enganchado a la lucha por Europa en este tramo final de la Liga exig?a ganar al M?laga, pero el Sevilla sac? a relucir una vez m?s su cara de los momentos claves, esa faceta que parece reservada para las grandes citas: su m?s completo cat?logo de defectos y carencias, expuesto adem?s con una generosidad que ning?n rival hubiera dejado de aprovechar, y menos uno entrenado por ese estratega de primer orden llamado Juande Ramos. El partido del Sevilla fue horrible, vergonzoso y por momentos rid?culo. El equipo de Caparr?s estuvo siempre -salvo quiz? los primeros minutos de la segunda parte, un breve espejismo en todo caso- a merced de un M?laga muy limitado, ordenadito, replegado y con la salida justa para aprovechar alg?n regalo del rival, en este caso un penalti absolutamente evitable de Javi Navarro que sirvi? para que los tres puntos, y las opciones europeas que estos llevaban consigo, viajaran a M?laga.

Que el Sevilla es un equipo manifiestamente incapacitado para llevar la iniciativa de un partido mediante el toque y la elaboraci?n del juego es algo tan aceptado como habitualmente compensado con otras virtudes, con la velocidad, la intensidad, el ritmo y la m?xima concentraci?n, pero cuando estas virtudes fallan, la falta de calidad se hace tan patente, tan insufrible, que el equipo se convierte en una caricatura de s? mismo. Y en el apartado histri?nico, debe tener una menci?n de honor el jugador destinado a cobrar un protagonismo especial en este partido: Dar?o Silva, el futbolista que hila tan fino en los tiempos de recuperaci?n de sus roturas fibrilares como en sus brindis a la afici?n y en sus provocaciones verbales al adversario; el autosatisfecho mercenario -es ?l quien se jacta de jugar exclusivamente por dinero, y eso es quiz? lo ?nico que no se le pueda reprochar- que durante la semana previa al partido hab?a intentado formarla pero no lo consigui? porque en M?laga lo conocen de sobra. Los de Juande se guardaron la respuesta para el terreno de juego y ah? el exhibicionista Dar?o se hizo notar ?nicamente por sus protestas y sus aspavientos. Joaqu?n Caparr?s lo quit? en el descanso antes de que lo echara Esquinas Torres, que le hab?a sacado una amarilla por protestar y hab?a mirado para otro lado cuando el uruguayo, unos minutos despu?s, reincid?a en sus airados gestos como ?nico escudo contra su propia impotencia.

Lo de Dar?o, con todo, era menos una desastrosa actuaci?n individual que un s?mbolo de la incapacidad de todo el equipo, que desesperaba a su afici?n a golpe de pelotazos largos con invariable ventaja para los centrales malaguistas. Torrado y Mart? ve?an pasar los balonazos sin intervenir ofensivamente en el juego y siempre se encontraban en desventaja con los s?lidos Romero y Miguel ?ngel, que recib?an la ayuda de un Leko m?s atento a fortalecer el centro del campo que a conectar con un Salva pele?n pero solitario arriba. Entre la rocosidad t?ctica del M?laga y la vulgaridad del Sevilla, el partido era un espect?culo indigno de la Primera divisi?n. Pero como a los visitantes les val?a el cero a cero, la sensaci?n de partido atravesado e imposible era para el atascado equipo local, que no ve?a jam?s un hueco para el pase ni un pasillo para el desborde. Ausente Baptista, el primer goleador del equipo, el remate no exist?a. Carlitos se perd?a en sus intentos revolucionados, Dar?o estaba en sus cosas y en las bandas -Daniel ha bajado notablemente su rendimiento- apenas si se dejaba ver alg?n detalle del debutante Puerta. Y todo ello sin el ritmo y la mordiente que convierten al Sevilla en un equipo competitivo.

Hab?a que tomar decisiones en el descanso y en parte la soluci?n la hab?a dado el propio Dar?o con su riesgo de expulsi?n. Caparr?s recurri? a Anto?ito y pareci? que el equipo, por el arranque de la segunda parte, iba a ser otro. Se rase? el bal?n, se abri? a las bandas, hubo una circulaci?n m?s r?pida y parec?? que el partido del Sevilla entraba en otra din?mica, pero s?lo fue un rato y el equipo no lo aprovech?. El propio Anto?ito fall? la mejor y pr?cticamente ?nica ocasi?n de gol de los blancos en todo el partido; recibi? un bal?n en profundidad y con ventaja para encarar al portero, pero la rapidez no es precisamente la virtud m?s relevante del canterano y Litos lleg? a tiempo para impedir que disparara.

Para colmo, la l?nea m?s aseada del equipo, la defensa, se sum? a la cadena de fallos del conjunto por medio de Javi Navarro, que en vez de ir a tapar a Ins?a en una penetraci?n del argentino por un costado del ?rea -debi? aguantarle un poco- se lo llev? por delante con una entrada precipitada y mal medida. Penalti claro y gol de Salva desde los once metros. Quedaba tiempo para intentarlo de cualquier otra forma, pero el Sevilla s?lo atac? a lo loco y no hizo sino favorecer el f?tbol defensivo del M?laga, que en ventaja dio un paso m?s atr?s y se limit? a fortalecer su orden defensivo en espera de que el ?rbitro pitara el final del peor partido del Sevilla como local de toda la temporada. Los puntos eran claves y quiz? tocaba pifia.

Ficha t?cnica

Sevilla: Esteban, Daniel Alves, Javi Navarro, Pablo Alfaro, David; Redondo (Marcos Navas, m.55), Mart?, Torrado, Puerta (Gallardo, m.71); Carlitos y Dar?o Silva (Anto?ito, m.46).

M?laga: Arnau; Gerardo, Josemi, Litos, Valcarce; Romero (Canabal, m.64), Miguel Angel, Duda (Ins??a, m.70), Leko; Edgar y Salva (Manu, m.85).

Gol: 0-1: m.77, Salva (p).

?rbitro: V?ctor Jos? Esquinas Torres (c.madrile?o). Mostr? tarjeta amarilla a Gerardo (m.6), Torrado (m.25). Expuls? al utillero del Sevilla (Jaime), en el minuto 29 por protestar, Dar?o Silva (m.34), Valcarce (m.36), Anto?ito (m.66) y Canabal (m.92+)