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? Una vision alternativa sobre la causa de Malvinas - 23.02.2012 - LA NACION
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Una vision alternativa sobre la causa de Malvinas

30 anos despues de la Guerra, un grupo de intelectuales presento un documento de reflexion; Romero, Sarlo, Hilda Sabato, Sabsay, Lanata y Sebreli, entre otros, instan a respetar los intereses de los islenos

Jueves 23 de febrero de 2012 ? 00:44
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Un grupo de 17 intelectuales, constitucionalistas y periodistas argentinos presento un documento en el que reclamara una revision de la politica del Gobierno sobre el conflicto por las Islas Malvinas. Uno de los ejes centrales de la propuesta es que el gobierno adopte una posicion que tenga en cuenta el principio de autodetermnacion de los islenos

Quienes firman el texto son Jorge Lanata, Juan Jose Sebreli, Emilio de Ipola, Pepe Eliaschev, Rafael Filippelli, Roberto Gargarella, Fernando Iglesias, Santiago Kovadloff, Gustavo Noriega, Marcos Novaro, Jose Miguel Onaindia, Vicente Palermo, Eduardo Antin (Quintin), Luis Alberto Romero, Hilda Sabato, Daniel Sabsay y Beatriz Sarlo.

Aca el documento:

MALVINAS: UNA VISION ALTERNATIVA

A tres decadas de la tragica aventura militar de 1982 carecemos aun de una critica publica del apoyo social que acompano a la guerra de Malvinas y movilizo a casi todos los sectores de la sociedad argentina. Entre los motivos de aquel respaldo no fue menor la adhesion a la causa-Malvinas, que proclama que las Islas son un "territorio irredento", hace de su "recuperacion" una cuestion de identidad y la coloca al tope de nuestras prioridades nacionales y de la agenda internacional del pais.

Un analisis minimamente objetivo demuestra la brecha que existe entre la enormidad de estos actos y la importancia real de la cuestion-Malvinas, asi como su escasa relacion con los grandes problemas politicos, sociales y economicos que nos aquejan. Sin embargo, un clima de agitacion nacionalista impulsado otra vez por ambos gobiernos parece afectar a gran parte de nuestros dirigentes, oficialistas y de la oposicion, quienes se exhiben orgullosos de lo que califican de "politica de estado". Creemos que es hora de examinar a fondo esa politica a partir de una conviccion: la opinion publica argentina esta madura para una estrategia que concilie los intereses nacionales legitimos con el principio de autodeterminacion sobre el que ha sido fundado este pais.

Una revision critica de la guerra de Malvinas debe incluir tanto el examen del vinculo entre nuestra sociedad y sus victimas directas, los conscriptos combatientes, como la admision de lo injustificable del uso de la fuerza en 1982 y la comprension de que esa decision y la derrota que la siguio tienen inevitables consecuencias de largo plazo. Es necesario poner fin hoy a la contradictoria exigencia del gobierno argentino de abrir una negociacion bilateral que incluya el tema de la soberania al mismo tiempo que se anuncia que la soberania argentina es innegociable, y ofrecer instancias de dialogo real con los britanicos y -en especial- con los malvinenses, con agenda abierta y ambito regional. En honor de los tratados de derechos humanos incorporados a la Constitucion de nuestro pais en 1994, los habitantes de Malvinas deben ser reconocidos como sujeto de derecho. Respetar su modo de vida, como expresa su primera clausula transitoria, implica abdicar de la intencion de imponerles una soberania, una ciudadania y un gobierno que no desean. La afirmacion obsesiva del principio "Las Malvinas son argentinas" y la ignorancia o desprecio del avasallamiento que este supone debilitan el reclamo justo y pacifico de retirada del Reino Unido y su base militar, y hacen imposible avanzar hacia una gestion de los recursos naturales negociada entre argentinos e islenos.

Montaña de los Zapatos. Foto: LA NACION / Mauro V. Rizzi /Enviado especial
Cementerio de Darwin. Foto: LA NACION / Mauro V. Rizzi / Enviado especial
Puerto Stanley. Foto: LA NACION / Mauro V. Rizzi / Enviado especial
Camino al Cementerio de Darwin. Foto: LA NACION / Mauro V. Rizzi / Enviado especial
Camino al Cementerio de Darwin. Foto: LA NACION / Mauro V. Rizzi / Enviado especial
Camino al Cementerio de Darwin. Foto: LA NACION / Mauro V. Rizzi / Enviado especial
Cementerio de Darwin. Foto: LA NACION / Mauro V. Rizzi / Enviado especial
Cementerio de Darwin. Foto: LA NACION / Mauro V. Rizzi / Enviado especial
Puerto Stanley. Foto: LA NACION / Mauro V. Rizzi / Enviado especial
Puerto Stanley. Foto: LA NACION / Mauro V. Rizzi / Enviado especial
Base militar Mount Pleasant. Foto: LA NACION / Mauro V. Rizzi / Enviado especial
Puerto Stanley. Foto: LA NACION / Mauro V. Rizzi / Enviado especial
Puerto Stanley. Foto: LA NACION / Mauro V. Rizzi / Enviado especial
Puerto Stanley. Foto: LA NACION / Mauro V. Rizzi / Enviado especial
Puerto Stanley. Foto: LA NACION / Mauro V. Rizzi / Enviado especial
Puerto Stanley. Foto: LA NACION / Mauro V. Rizzi / Enviado especial
Puerto Stanley. Foto: LA NACION / Mauro V. Rizzi / Enviado especial
Puerto Stanley. Foto: LA NACION / Mauro V. Rizzi / Enviado especial
Puerto Stanley. Foto: LA NACION / Mauro V. Rizzi / Enviado especial
Puerto Stanley. Foto: LA NACION / Mauro V. Rizzi / Enviado especial
Puerto Stanley. Foto: LA NACION / Mauro V. Rizzi / Enviado especial

La Republica Argentina ha sido fundada sobre el principio de autodeterminacion de los pueblos y para todos los hombres del mundo. Como pais cuyos antecedentes incluyen la conquista espanola, nuestra propia construccion como nacion es tan imposible de desligar de episodios de ocupacion colonial como la de Malvinas. La Historia, por otra parte, no es reversible, y el intento de devolver las fronteras nacionales a una situacion existente hace casi dos siglos -es decir: anterior a nuestra unidad nacional y cuando la Patagonia no estaba aun bajo dominio argentino- abre una caja de Pandora que no conduce a la paz.

Como miembros de una sociedad plural y diversa que tiene en la inmigracion su fuente principal de integracion poblacional no consideramos tener derechos preferenciales que nos permitan avasallar los de quienes viven y trabajan en Malvinas desde hace varias generaciones, mucho antes de que llegaran al pais algunos de nuestros ancestros. La sangre de los caidos en Malvinas exige, sobre todo, que no se incurra nuevamente en el patrioterismo que los llevo a la muerte ni se la use como elemento de sacralizacion de posiciones que en todo sistema democratico son opinables.

Necesitamos abandonar la agitacion de la causa-Malvinas y elaborar una vision alternativa que supere el conflicto y aporte a su resolucion pacifica. Los principales problemas nacionales y nuestras peores tragedias no han sido causados por la perdida de territorios ni la escasez de recursos naturales, sino por nuestra falta de respeto a la vida, los derechos humanos, las instituciones democraticas y los valores fundacionales de la Republica Argentina, como la libertad, la igualdad y la autodeterminacion. Ojala que el dos de abril y el ano 2012 no den lugar a la habitual escalada de declamaciones patrioteras sino que sirvan para que los argentinos -gobernantes, dirigentes y ciudadanos- reflexionemos juntos y sin prejuicios sobre la relacion entre nuestros propios errores y los fracasos de nuestro pais.

Se informo que quienes deseen adherirse a la firma del documento pueden escribir a alternativamalvinas@gmail.com

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