El 14 de diciembre de 1979
, la ultima dictadura civico-militar argentina estaba en su cenit. El entonces presidente de facto
Jorge Rafael Videla
brindaba una conferencia de prensa en la Casa Rosada.
Fue entonces cuando el periodista
Jose Ignacio Lopez
, entonces cronista del diario Clarin, le pregunto al genocida sobre
los detenidos-desaparecidos sin proceso judicial.
El interrogante de Lopez tenia un doble sentido: no solo retomar el llamado que hiciera el Papa Juan Pablo II sobre el tema, sino tambien abordar abiertamente una de las mayores incognitas del gobierno. El domingo anterior, Videla se habia reunido con el pntifice, quien habia hecho alusion a las denuncias de violaciones a los Derechos Humanos realizadas por argentinos en el exterior.
"Le quiero preguntar ¿si usted
le ha contestado al Papa
y si hay alguna medida en estudio en el Gobierno sobre ese problema?", consulto Lopez
"Respecto del Papa cuando habla de esa circunstancia habla al mundo no a la Argentina y habla ejerciendo mas que un derecho una obligacion. No tiene otra cosa mas que decir que hay que preservar la dignidad del hombre", replico Videla.
"Para defender la libertad y la dignidad del hombre, la Argentina tuvo que enfrentar este tremendo problema de una guerra en la que pago precio de sangre. Los argentinos no tenemos nada de que avergonzarnos porque justamente eso ocurrio en defensa de los derechos humanos del pueblo argentino gravemente amenazado por el terrorismo", agrego el dictador.
Videla explico entonces que "frente al desaparecido en tanto este como tal,
es una incognita el desaparecido.
Si el hombre apareciera tendria una tratamiento X. Si la aparicion se convirtiera en certeza de su fallecimiento, tiene un tratamiento Z. Pero mientras sea desaparecido, no puede tener un tratamiento especial".
"Es un desaparecido, no tiene entidad. No esta ni muerto ni vivo, esta desaparecido... Frente a eso no podemos hacer nada",
concluyo.