Joseph B. Wirthlin

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Joseph Bitner Wirthlin (11 de junio de 1917 - 1 de diciembre de 2008) fue un empresario estadounidense, un lider religioso y miembro del Quorum de los Doce Apostoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Dias .

Biografia [ editar ]

Joseph Bitner Wirthlin nacio el 11 de junio de 1917, en Salt Lake City, Utah, siendo el mayor de los cinco hijos de Joseph L. Wirthlin, que presto servicio como Obispo Presidente, y de su esposa, Madeline Bitner. Su padre mantenia a la familia con el trabajo de jefe de “Wirthlin’s Inc.”, un comercio mayorista y de venta al por menor de alimentos, mientras que la madre cuidaba a los hijos y los animaba a dedicarse a varias actividades, incluso la musica y los deportes. Ambos padres ensenaron a sus hijos la humildad, la honradez, la diligencia, el servicio, la compasion y la fe.

El joven Joseph tenia muchas habilidades pero termino por preferir los deportes, destacandose en el futbol [americano], el basquetbol y la pista de carreras. Despues de ser el mariscal de campo ( quarterback ) del equipo de la escuela de ensenanza media superior, paso a jugar como corredor en posicion ofensiva (running back) en la Universidad de Utah durante tres anos 5 .

Al elder Wirthlin le gustaba contar desde el pulpito las lecciones que habia aprendido cuando era jugador de futbol. Una muy importante surgio en un partido, durante un campeonato, mientras estaba debajo de diez jugadores que se habian amontonado encima de el. Despues de un intento por hacer un tanto que les hubiera dado la victoria, lo atajaron y derribaron con la pelota en la mano, a poca distancia de la linea de gol.

“En ese instante tuve la tentacion de empujar la pelota hacia delante [hacia el gol]… habria sido un heroe”, comentaba. Pero entonces recordo las palabras de su madre: “Joseph”, le habia dicho muchas veces, “haz lo justo, a pesar de las consecuencias”.

El deseaba mas ser un heroe a los ojos de su madre que a los de sus companeros de equipo. Asi que, “deje la pelota donde estaba”, dijo, “a cinco centimetros de la linea de gol” 6 .

En 1936, despues de terminar la temporada de futbol, su padre le hablo en cuanto a cumplir una mision. En Europa amenazaba la guerra y, si no partia pronto, podia perder la oportunidad de prestar ese servicio.

“Yo… deseaba hacer realidad mi sueno y continuar jugando al futbol y graduarme en la universidad”, dijo el elder Wirthlin. “Si aceptaba un llamamiento misional, debia abandonarlo todo. En esos dias, el llamamiento misional era de treinta meses y sabia que si aceptaba, habia una gran probabilidad de que nunca jugara al futbol otra vez y quizas ni siquiera me graduaria” 7 .

Pero Joseph tambien sonaba con ser misionero, y sabia lo que debia hacer. Pocos meses despues se hallaba en camino a Europa, donde presto servicio desde 1937 hasta 1939, en las Misiones Germano-Austriaca y Suizo-Austriaca.

Nunca volvio a jugar al futbol, pero se graduo de administrador de negocios en la universidad. “Sin embargo, no me he arrepentido jamas de haber servido en una mision ni de haberme comprometido a servir al Senor”, afirmo. “Al hacerlo, mi vida ha estado llena de aventuras, de experiencias espirituales y del gozo que sobrepasa todo entendimiento” 8 . “Un matrimonio perfecto”

Entre las resoluciones que hizo aquella noche de Navidad en Oberndorf, el elder Wirthlin dijo que se iba a casar con una mujer que fuera espiritualmente fuerte y viviera el Evangelio; y describio a su companero de mision estas caracteristicas fisicas: iba a medir 1,65 m de altura, tener el cabello rubio y los ojos azules. Dos anos despues de la mision conocio a Elisa Young Rogers, cuyo aspecto se ajustaba perfectamente a la descripcion que habia hecho de su futura esposa.

“Recuerdo la primera vez que la vi”, dijo en 2006, durante su discurso en una conferencia, dos meses despues que ella habia muerto. “Para hacerle un favor a un amigo, fui a su casa a buscar a su hermana, Frances. Elisa abrio la puerta y, al menos para mi, fue amor a primera vista.

“Pienso que ella debio haber sentido algo, pues las primeras palabras que recuerdo haberle oido decir fueron: ‘Sabia que habias… sido tu’”.

El elder Wirthlin hacia bromas con respecto a ese error gramatical porque ella estaba estudiando para graduarse en el idioma ingles. Pero, decia: “Hasta hoy atesoro esas palabras como las mas hermosas de la lengua humana” 9 .

El 26 de mayo de 1941 se casaron en el Templo de Salt Lake, y durante sesenta y cinco anos compartieron lo que el elder Wirthlin llamaba “un matrimonio perfecto” 10 . Ambos se fortalecian, alentaban y sostenian el uno al otro, y se reunian en consejo cuando debian tomar decisiones. El elder Wirthlin nunca salia de la casa sin darle un beso de despedida a Elisa, y todos los dias la llamaba por telefono para ver como estaba 11 .

En 1938, el padre del elder Wirthlin fue llamado al Obispado Presidente por lo que, despues de regresar de la mision, el tuvo que hacerse cargo del negocio de alimentos que tenia la familia. Mas adelante, mientras el y Elisa criaban a sus hijos, dedicaba largas horas a cumplir con las exigencias de su trabajo y de las responsabilidades de la Iglesia. No obstante, su esposa, sus siete hijas y un hijo siguieron siendo su fuente de orgullo y de gozo. Al morir, el elder Wirthlin tenia cincuenta y nueve nietos y cerca de cien bisnietos. Su amor por los demas

El elder Wirthlin, a quien el presidente Thomas S. Monson se refirio como “un hombre de gran bondad innata” 12 , era una persona amada por todos los que lo conocian. Durante los treinta y tres anos que presto servicio como Autoridad General, incluso los veintidos en que fue Apostol, esa bondad se manifestaba cuando expresaba su testimonio del Salvador y de Su Evangelio restaurado, tanto con palabras como con acciones.

Con humildad y muchas veces con buen humor, alentaba a los Santos de los Ultimos Dias a hacer que su vida en la tierra fuera sobresaliente emulando el ejemplo del Salvador; y ensenaba que, para lograrlo, debemos concentrarnos en el individuo, cultivar la bondad y amar a los demas.

“Los momentos mas preciados y sagrados de nuestra vida son aquellos que estan llenos del espiritu de amor”, enseno. “Cuanto mayor sea la medida de nuestro amor, mayor sera nuestro gozo. Al final, el perfeccionamiento de un amor asi es la verdadera medida del exito en la vida”. Despues agrego que para aprender verdaderamente a amar, solo tenemos que meditar sobre la vida del Salvador 13 .

“Todos estamos atareados”, dijo el elder Wirthlin en otra oportunidad. “Es facil hallar excusas para no ayudar a los demas, pero me imagino que esas excusas han de sonar tan vanas a nuestro Padre Celestial como la del nino de la escuela primaria que le entrego una nota a la maestra en la que le pedia permiso para ausentarse de las clases desde el 30 hasta el 34 de marzo” 14 .

Ademas, aconsejaba a los miembros de la Iglesia que tuvieran “diariamente un espiritu de gratitud”, aun cuando enfrentaran adversidades 15 . “…si nos ponemos a pensar en las bendiciones que tenemos, nos olvidaremos de algunas de nuestras preocupaciones”, dijo 16 . Su testimonio antes de partir

“Quizas haya quienes piensen que las Autoridades Generales raras veces experimentan dolor, sufrimiento o angustia; si tan solo fuera verdad”, dijo el elder Wirthlin en su ultimo discurso de la conferencia general. “En Su sabiduria, el Senor no protege a nadie del dolor ni de la tristeza” 17 .

Su “mayor pesar” fue causado por la muerte de su amada Elisa. En las horas de soledad que siguieron, recibio fortaleza de “las doctrinas consoladoras de la vida eterna” y de su testimonio de que el tenebroso viernes de la crucifixion del Salvador fue seguido por el esplendoroso domingo de Su resurreccion 18 .

Por tener un firme testimonio del sacrificio expiatorio del Salvador, el elder Wirthlin sabia que la muerte no es el fin de la existencia y que a los fieles que han hecho promesas en los templos santos les espera una feliz reunion.

“Todos nos levantaremos de la tumba”, testifico en octubre de 2006; “ese dia, mi padre abrazara a mi madre; ese dia, volvere a tener en mis brazos a mi amada Elisa” 19 .

Y ese dia tendra la prueba de que el importante compromiso que hizo hace largo tiempo, en aquella fria noche de invierno, ha dado su fruto.

Fotografia por Craig Dimond; borde por Pat Gerber.

Fotografias cortesia de la familia Wirthlin, excepto donde se indique; izquierda: fotografia de una pelota de futbol por Christina Smith; derecha: fotografia del elder y de la hermana Wirthlin, por Michael Lewis, BYU?Idaho, prohibida la reproduccion; pintura por Cloy Kent.

Durante tres anos, Joseph B. Wirthlin (el numero 4) jugo fue “running back” del equipo de futbol americano de la Universidad de Utah antes de renunciar a ese deporte y posponer sus estudios para ser misionero en 1937(abajo). Derecha: Joseph B. and Elisa Young Rogers el dia de su boda, el 26 de mayo de 1941.

Arriba: La familia Wirthlin en junio de 1999. Izquierda: El elder y la hermana Wirthlin saludan a miembros de la Iglesia despues de una reunion devocional durante la Semana de la Educacion en la Universidad Brigham Young?Idaho (ex Colegio universitario Ricks), en 1998. Abajo: Cuadro del elder y de la hermana Wirthlin. Tributos durante el servicio funerario

“Lo amaba como a un hermano, y lo extrano. A traves de los anos, Joseph y yo prestamos servicio juntos en muchas asignaciones; pero eramos mas que colegas, eramos amigos intimos… No habia ninguna falla en su armadura; no habia sombra de engano en su alma; no habia defecto en su caracter. El elder Wirthlin amaba al Senor con todo su corazon y su alma, y lo sirvio con todas sus fuerzas hasta el ultimo dia de su vida… Joseph amaba al Senor, y el Senor amaba a Joseph”.

Presidente Thomas S. Monson

Despues de leer un articulo y el testimonio del elder Wirthlin (vease “Silent Night, Holy Night,” Church News, 29 de noviembre de 2008, pags. 8?9), el presidente Packer sugirio que la familia lo hiciera “imprimir de tal manera que los miembros de la familia Wirthlin que aun no hayan nacido lleguen a conocer a ese gran hombre que fue su abuelo y uno de los Apostoles”.

Presidente Boyd K. Packer , Presidente del Quorum de los Doce Apostoles

“El y yo nos sentamos uno junto al otro en el sumo consejo [de una estaca]… Durante once anos Joseph presto servicio como consejero mio [en la presidencia de una estaca y en la superintendencia general de la Escuela Dominical]. El cumplia bien toda asignacion que recibiera… Entonces no imaginabamos que un dia nos sentariamos juntos en el Quorum de los Doce Apostoles… Era un hombre que nunca trataba de ser el centro de atencion. Personificaba las palabras del Maestro cuando dijo: ‘El que sea el mayor de vosotros, sea vuestro siervo’. Y ahora recibira el cumplimiento de otra promesa del Senor: ‘…el que se humilla sera enaltecido’ (Mateo 23:11?12).”

Elder Russell M. Nelson, del Quorum de los Doce Apostoles

“Cuando contemplo el patrimonio que papa dejo a su familia y a la Iglesia, su humildad es lo que se destaca. Mi padre nunca se considero una persona especial. Cuando el presidente Monson lo ordeno Apostol, profeticamente le dijo: ‘Tu humildad te granjeara el carino de la gente’. Y asi ha sido”.

Joseph B. Wirthlin Jr.