"?Mike Tyson ha sido noqueado! ?Incre?ble!". El narrador de la HBO se queda callado. Son ocho segundos de silencio estupefacto, un vac?o eterno en televisi?n. Casi se le oye tragar saliva. Barrunta c?mo explicar lo que acaba de ver, despu?s de procesarlo. Simplemente, no sabe qu? decir. "Lo que acaba de hacer 'Buster' Douglas hace que 'La Cenicienta' parezca una triste historia", dice el comentarista, que le echa un cable. "Vamos a decirlo claro: la mayor sorpresa de la historia del boxeo ", le replica su compa?ero de mesa, ya repuesto.

Una imagen actual de James 'Buster' Douglas, de 49 a?os

'La Cenicienta', efectivamente, se quedaba corta para explicar lo que acababan de ver millones de espectadores alrededor del mundo. El inhumano 'Iron Mike' Tyson, invicto, con 37 victorias, 32 de ellas por KO y 17 en el primer asalto , ca?a inconsciente tras cuatro golpes descomunales: un upper cut de derecha que anula cualquier voluntad, seguido de tres directos que lo mandan a la lona sin remisi?n. 'El Terror del Garden', que con 24 a?os pisaba claramente por el camino de baldosas amarillas que llevaba a la cima de la historia del boxeo, ca?a a plomo en la que es, seguro, la mayor sorpresa de la historia del boxeo. Cuesta pensar que en el deporte en general haya habido algo comparable.

Las apuestas estaban 42 a 1 para Tyson , y los periodistas lo sab?an. Por eso, en la rueda de prensa previa al combate, unos 300 plumillas desalojaron la sala cuando le tocaba hablar a 'Buster' Douglas , el desconocido de Columbus, Ohio, el saco de patatas que le hab?an puesto a Tyson antes de poder enfrentarse a retos mayores. "Se qued? un periodista. Me pregunt?, "?t? eres 'Buster' Douglas, no?", recuerda el ex boxeador.

Douglas no era nadie, y era menos que nadie si se le comparaba con Tyson. Era r?pido, alto, un buen peso pesado que se hab?a ganado el derecho de ser contendiente al t?tulo, pero lidiaba con sus problemas de peso y con su propia inconstancia . Adem?s, al combate llegaba metido en una depresi?n que nunca le abandon?: su madre hab?a fallecido tres semanas antes. La misma madre que, cuando era peque?o y lleg? a casa llorando porque unos ni?os lo amenazaban, tir? al cr?o al suelo, le puso la rodilla en el pecho y le dijo: "M?s te vale que no te peguen, porque entonces seremos dos los que te golpeemos". Ella era la dura de la casa, a pesar de que el marido, 'Dynamite' Douglas, hab?a sido boxeador profesional. Era una familia hecha al sufrimiento: el hermano peque?o falleci? al dispararse accidentalmente una pistola.

Tras vencer a Tyson, sobre la mesa de Douglas aparecieron ofertas de todo tipo: muchos treinta?eros espa?oles habr?n jugado al 'Buster Douglas Knockout Boxing' de la videoconsola, y le pusieron 24 millones de d?lares sobre la mesa para poner en juego su radiante cintur?n contra Evander Holyfield, apenas ocho meses despu?s. La preparaci?n fue ca?tica: si en los d?as antes de un combate un boxeador no come m?s que lechuga y pollo hervido, ?l ped?a una pizza para zamp?rsela en el mismo ring en el que hac?a guantes con el sparring. En el pesaje antes de la pelea, en el que dio casi seis kilos m?s que en febrero, los murmullos atronaban cuando la b?scula 'habl?' para llamarle gordo.

Perdi? lastimosamente, demostrando al mundo que lo de Tyson hab?a sido una especie de intervenci?n divina. "No quer?a pelear m?s. Psicol?gicamente no estaba para nada", reconoce el ex boxeador, que se present? pasado de peso y fue barrido por su rival. "Perd? una oportunidad ?nica. Si hubiera ganado a Holyfield me habr?an pagado 100 millones por una revancha con Tyson ", reconoce.

Mientras que los pu?os de 'Buster' hab?an empezado a dibujar la pel?cula de derrotas y miserias personales de Tyson, parad?jicamente el ?xito del verdugo tambi?n le gui? a ?l mismo por el mismo camino. Enfermo de diabetes, comi? y bebi? hasta ahogar, o eso cre?a, la pena de ver morir a su madre . Poco m?s de cuatro a?os despu?s de aquel 11 de febrero de 1990, James Douglas, ya despose?do del mote ('buster' es una manera coloquial de decir 'macho'), pasaba tres d?as en coma preso de sus excesos. Los paralelismos eran evidentes: cuando Douglas dorm?a inconsciente, Tyson ya estaba a la sombra por la violaci?n de Desiree Washington.

Cuando despert? 'Buster', apost? por cambiar su vida. Lo consigui?. Incluso volvi? a boxear en 1996, el mismo a?o de la primera pelea de Tyson contra Holyfield , los ?ltimos coletazos de supuesta grandeza de la leyenda. Douglas perdi? uno de sus nueve combates en el regreso, pero se fue en paz consigo mismo y con el boxeo, algo que nunca consigui? 'Iron Mike'.

Hoy el se?or James Douglas, feliz padre de familia, vive en su rancho de Columbus, Ohio, la misma que lo recibi? con confeti y flores cuando regres? de noquear al 'tipo m?s malo del planeta'. Escribe libros de cocina para diab?ticos , tiene una fundaci?n para ayudar a los que padecen su enfermedad y mantiene un web personal y un Twitter donde sus fans siguen felicit?ndolo por aquel 11 de febrero de 1990. Entre tanto, Tyson pasea sus miserias en el 'Mira qui?n baila' italiano, convertido en un histri?n de dimensi?n internacional. 'El Terror del Garden' fue mil veces mejor boxeador que Douglas, mil veces m?s rico y mil veces m?s poderoso. No ganaba por goleada a su rival en el tama?o de los demonios que lo carcom?an, pero 'Buster' fue mucho m?s fuerte para combatirlos. En esa pelea, como en aquel ring en Tokio en el que asombr? al mundo, esa especie de intervenci?n divina sigue del lado del modesto Douglas, el chico al que m?s le val?a defenderse de los malos de la escuela si no quer?a que su madre le pateara el culo.